EL MAYOR FRAUDE

La Audiencia de Sevilla, encargada de emitir las nuevas sentencias
del caso ERE, considera que la revisión de las condenas que el Tribunal
Constitucional (TC) llevó a cabo el año pasado puede «no ser del todo
compatible con el derecho de la Unión Europea», y ha pedido opinión a las
partes sobre si la corte de garantías se «extralimitó» en sus funciones e
«invadió» ámbitos reservados a los jueces.
El TC, recordemos, anuló parcialmente las penas por delitos
continuados de prevaricación y/o malversación a los ex presidentes socialistas
andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán, además
de a otros ex altos cargos de la Junta, por el reparto arbitrario de 680
millones de euros en subvenciones públicas para financiar expedientes de
regulación de empleo. El Constitucional declaró la nulidad parcial de las
sentencias condenatorias tanto de la Audiencia de Sevilla como del Tribunal
Supremo, anuló la pena de cárcel a Griñán, rebajó la
de Chaves y ordenó al órgano provincial que dictara un nuevo pronunciamiento
«respetuoso con el derecho fundamental que se entiende vulnerado». Tres de los
siete magistrados implicados en esta decisión están ligados al PSOE.
Compatibilidad con el derecho de la UE
Ahora, ante la «coyuntura» de dictar esos nuevos pronunciamientos,
la Audiencia de Sevilla señala que no puede «dejar de lado» la posibilidad de
que las valoraciones que hace el TC en esas sentencias «no sean del todo
compatibles con el derecho de la Unión». En ese punto hace referencia a
artículos del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y de la Ley
Orgánica de Poder Judicial, y da audiencia a las partes para que, en el plazo
de 10 días, aleguen sobre el posible planteamiento de una cuestión prejudicial
de interpretación ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
Concretamente, pide la opinión de las partes sobre si el
Constitucional se ha «extralimitado» en la función de control que le
corresponde, «invadiendo ámbitos reservados a la jurisdicción de los jueces y
tribunales» al revisar lo planteado tanto por la propia Audiencia de Sevilla
como por el Tribunal Supremo. En este sentido, la Audiencia habla de una
«interpretación alternativa» por parte de la corte española de garantías de
elementos normativos de los tipos penales de prevaricación y de malversación de
caudales públicos. También plantea si la interpretación del Constitucional
sobre las leyes de presupuesto de Andalucía de los años 2002 a 2009 «se opone»
a la normativa y jurisprudencia comunitaria al dejar «al margen de todo
control» aquello que tenga que ver con la actividad presupuestaria, desde la
fase inicial de elaboración de los presupuestos a la fase final de su
ejecución.
«Desprotección» del dinero público
«Esto podría generar una situación de desprotección del patrimonio
público y una merma del correcto funcionamiento de la actividad patrimonial del
Estado, de la confianza de la sociedad en el manejo honesto de fondos públicos
y de los deberes de fidelidad y transparencia que tienen los funcionarios
públicos a cuyo cargo se encuentran los bienes de la administración pública»,
sentencia la Audiencia. Además, expone la posibilidad de que la doctrina del TC
incumpla las exigencias internacionales de lucha contra la corrupción política,
«incompatible» con lo dispuesto en el Tratado de Funcionamiento de la Unión
Europea sobre la lucha contra el fraude y contra la actividad ilegal que afecte
a los intereses financieros de la Unión. También alude a la posibilidad de que
los tribunales ordinarios no apliquen las sentencias del TC «interpretativas»
de las normas legales autonómicas (leyes de presupuesto de 2002 a 2009) que, a
su juicio, «conducen a entender como lícitas las conductas de los acusados
cuando, según los tribunales ordinarios nacionales, dichas normas no excluyen
la tipicidad penal». La Audiencia concluye su providencia indicando que contra
la misma no cabe recurso dado que la finalidad de la resolución es decidir si
procede o no el posterior planteamiento de una cuestión prejudicial.
Cabe recalcar que, más de una década después de iniciarse, la macrocausa de los ERE está más que viva en los tribunales:
el fraude sigue acumulando sentencias condenatorias en los tribunales, la
última a principios de año, y hay un centenar de piezas separadas todavía
pendientes de juicio. El pasado noviembre, Chaves y Griñán
fueron homenajeados y ovacionados en el Congreso Federal del PSOE celebrado en
Sevilla. Más recientemente, el PSOE andaluz premió por el 8M, Día de la Mujer,
a Carmen Martínez Aguayo, consejera que pasó un año y medio en prisión por el
caso ERE. «Estamos muy orgullosos de ella, es fiel representante de la mujer
socialista», afirmó María Jesús Montero, ministra socialista, en su discurso.
El escándalo de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en
Andalucía, conocido como el "caso ERE", representa uno de los mayores
episodios de corrupción política en la historia reciente de España. Este caso,
que involucró el desvío de cientos de millones de euros de fondos públicos
entre 2000 y 2011, salpicó a figuras clave del Partido Socialista Obrero
Español (PSOE) en Andalucía, incluidos los expresidentes de la Junta Manuel
Chaves y José Antonio Griñán. A lo largo de más de
una década de investigaciones, juicios y recursos, su implicación ha sido
objeto de intenso escrutinio judicial, político y mediático. Este artículo
ofrece un análisis exhaustivo de su participación en el caso, desde los
orígenes del escándalo hasta las resoluciones judiciales más recientes,
incluyendo los giros inesperados que han marcado su desenlace.
Orígenes del caso ERE: un sistema opaco para tiempos de crisis
A finales de los años 90 y principios de los 2000, Andalucía
enfrentaba una profunda crisis industrial que dejó a miles de trabajadores en
situación de vulnerabilidad. Para mitigar el impacto social y económico, la
Junta de Andalucía, bajo el gobierno del PSOE, diseñó un sistema de ayudas
públicas destinadas a financiar prejubilaciones y apoyar a empresas en
dificultades mediante expedientes de regulación de empleo (ERE). En 2001, se
creó la partida presupuestaria 31L, conocida como el "fondo de reptiles",
que llegó a estar dotada con más de 1.200 millones de euros hasta 2011, aunque
la sentencia inicial cifró el fraude en torno a 680 millones de euros.
El problema no radicaba en la intención de las ayudas, sino en la
forma en que se gestionaron. Las investigaciones revelaron que el sistema
carecía de controles efectivos, permitiendo la concesión discrecional de fondos
sin publicidad ni concurrencia. Esto dio lugar a una red clientelar que
benefició a empresas, amigos, militantes del PSOE e incluso a personas que
nunca habían trabajado en las compañías supuestamente afectadas. El caso
estalló en 2011, cuando una investigación sobre irregularidades en Mercasevilla destapó el alcance de las anomalías,
desencadenando una macrocausa judicial con más de 200
piezas separadas.
Manuel Chaves, presidente de la Junta entre 1990 y 2009, y José
Antonio Griñán, quien le sucedió de 2009 a 2013 y
previamente había sido consejero de Hacienda (2004-2009), se convirtieron en
figuras centrales de esta trama. Ambos eran líderes históricos del PSOE andaluz
y nacional, y su implicación marcó un punto de inflexión en la hegemonía
socialista en la región, que se había mantenido durante casi cuatro décadas.
La investigación: de Alaya al Supremo
El caso ERE comenzó a tomar forma bajo la instrucción de la jueza
Mercedes Alaya, titular del Juzgado de Instrucción
número 6 de Sevilla. En 2011, Alaya inició
diligencias que pronto apuntaron a la cúpula del gobierno andaluz. En 2013,
imputó a Chaves y Griñán, junto a otros altos cargos
como los exconsejeros Gaspar Zarrías, Magdalena
Álvarez y José Antonio Viera, por su presunta responsabilidad en la creación y
mantenimiento del sistema fraudulento. La jueza argumentó que la decisión de
implementar este mecanismo no provenía únicamente de la Consejería de Empleo,
sino que era una política deliberada del Consejo de Gobierno en su conjunto,
liderado por Chaves y respaldado por Griñán desde
Hacienda.
El proceso judicial avanzó lentamente debido a la complejidad de
la causa y al estatus de aforados de varios implicados, lo que llevó parte de
la investigación al Tribunal Supremo en 2015. El Supremo, bajo el magistrado
Alberto Jorge Barreiro, consideró que había indicios de prevaricación en ambos
expresidentes, aunque descartó inicialmente que Griñán
tuviera conocimiento directo de un desvío de fondos para enriquecimiento
personal. Sin embargo, la causa regresó a Sevilla para el juicio de la
"pieza política", la más relevante, que juzgaba el diseño del sistema
de ayudas.
El juicio comenzó en diciembre de 2017 y terminó en diciembre de
2018. Durante las sesiones, Chaves y Griñán
defendieron su inocencia. Chaves afirmó no estar al tanto de los detalles
operativos de las ayudas, mientras Griñán insistió en
que su labor como consejero de Hacienda se limitaba a la elaboración de
presupuestos, sin supervisión directa sobre su ejecución. Sin embargo, la
Fiscalía Anticorrupción y la acusación ejercida por el PP sostuvieron que ambos
eran "plenamente conscientes" de la ilegalidad del sistema.
La sentencia de la Audiencia de Sevilla (2019)

El 19 de noviembre de 2019, la Audiencia Provincial de Sevilla
emitió una sentencia histórica. Manuel Chaves fue condenado a nueve años de
inhabilitación por un delito continuado de prevaricación, mientras que José
Antonio Griñán recibió seis años de prisión y 15 años
de inhabilitación por prevaricación en concurso medial con malversación de
caudales públicos. La sentencia también condenó a otros 17 ex altos cargos,
incluidos exconsejeros como Antonio Fernández (siete años y 11 meses de cárcel)
y Carmen Martínez Aguayo (seis años), y absolvió a dos acusados.
Los jueces, encabezados por Juan Antonio Calle Peña, concluyeron
que el sistema de los ERE era "fraudulento" e "ilegal",
diseñado para eludir los controles de la Intervención General de la Junta.
Respecto a Chaves, señalaron que, como presidente, aprobó los anteproyectos de
ley de presupuestos y modificaciones que incluían la partida 31L, siendo
"impensable" que no conociera ni avalara el cambio en el
procedimiento de concesión de ayudas. En cuanto a Griñán,
la sentencia destacó su rol como consejero de Hacienda y, posteriormente, como
presidente, afirmando que sabía o debía saber que los fondos se estaban
gestionando de manera irregular, lo que constituía malversación.
La sentencia tuvo un impacto devastador para el PSOE andaluz, que
vio cómo dos de sus máximos referentes eran condenados justo cuando el partido
atravesaba un declive político tras perder el gobierno autonómico en 2018
frente al PP.
Confirmación del Supremo (2022)
Los condenados recurrieron al Tribunal Supremo, que el 26 de julio
de 2022 ratificó en gran medida la sentencia de la Audiencia de Sevilla. Con un
fallo dividido (tres votos a favor y dos en contra), el Supremo confirmó la
inhabilitación de Chaves y la pena de prisión para Griñán,
subrayando que ambos eran "plenamente conscientes de la palmaria y patente
ilegalidad" del sistema. Las magistradas discrepantes, Susana Polo y Ana
Ferrer, defendieron que Griñán y otros acusados
debían ser absueltos de malversación, lo que habría evitado su ingreso en
prisión, pero su postura no prosperó.
El fallo del Supremo parecía cerrar el capítulo judicial del caso
ERE, abocando a Griñán a la cárcel (aunque no llegó a
ingresar por razones de salud) y consolidando la condena política de una era
del socialismo andaluz. Sin embargo, las defensas no se rindieron y presentaron
recursos de amparo ante el Tribunal Constitucional, alegando vulneraciones de
derechos fundamentales.
El giro del Tribunal Constitucional (2024)
El 16 de julio de 2024, el Tribunal Constitucional (TC) dio un
vuelco inesperado al caso. Con una mayoría de siete votos progresistas frente a
cuatro conservadores, el TC estimó parcialmente los recursos de Chaves y Griñán, anulando sus condenas y ordenando a la Audiencia de
Sevilla dictar nuevas sentencias. La ponente, Inmaculada Montalbán, argumentó
que no se podía cometer prevaricación ni malversación al aprobar proyectos de
ley de presupuestos, ya que estos no son resoluciones administrativas sujetas a
control penal, sino actos legislativos cuya legalidad solo podía ser
cuestionada ante el propio TC.
En el caso de Chaves, se anuló la condena por prevaricación
continuada, aunque el TC dejó abierta la posibilidad de un delito puntual en
una actuación de 2004, cuya pena sería mucho menor. Para Griñán,
se eliminó la malversación —que implicaba prisión— y se redujo
significativamente la prevaricación, evitando así cualquier riesgo de cárcel.
El fallo también benefició a otros ex altos cargos, como Carmen Martínez Aguayo
y Antonio Fernández, cuyos delitos de malversación fueron descartados. La
decisión desató una tormenta política. El PSOE celebró la sentencia como una
reivindicación de la inocencia de sus líderes, mientras el PP y Vox la
calificaron como una maniobra del gobierno de Pedro Sánchez para proteger a los
suyos, señalando la mayoría progresista del TC y la participación de
magistrados con vínculos socialistas. Chaves afirmó que el fallo demostraba que
"no había trama política" y que el caso fue "una operación con
ropaje judicial montada por el PP". Griñán, por
su parte, mantuvo un perfil bajo, afectado por su estado de salud.
Implicaciones políticas y sociales
La implicación de Chaves y Griñán en el
caso ERE marcó el fin de una era para el PSOE andaluz. Ambos abandonaron sus
cargos públicos y la militancia socialista tras ser imputados, siguiendo una
decisión impulsada por Susana Díaz, entonces líder del partido en Andalucía. El
escándalo debilitó la imagen del PSOE como garante de la gestión pública y
contribuyó a su derrota electoral en 2018, rompiendo 36 años de hegemonía en la
región.
A nivel social, el caso generó una profunda indignación entre los
andaluces, que vieron cómo millones de euros destinados a paliar el desempleo y
la precariedad acabaron en manos de una red clientelar. Testimonios como el del
exchofer Juan Francisco Trujillo, quien admitió haber
usado fondos públicos para comprar droga, simbolizaron el grado de descontrol y
abuso.
Conclusión: un caso sin cierre definitivo
A marzo de 2025, el caso ERE sigue sin un desenlace definitivo. La
Audiencia de Sevilla debe emitir nuevas sentencias ajustadas al criterio del
TC, lo que podría reducir aún más las penas o incluso absolver a los implicados
de los cargos principales. Aunque Chaves y Griñán han
sido exculpados de los delitos más graves, su legado político queda
irremediablemente ligado a este escándalo.
El caso ERE no solo expuso las fallas de un sistema de gestión
pública opaco, sino que también reflejó las tensiones entre justicia, política
y percepción pública en España. Para unos, Chaves y Griñán
son víctimas de una persecución política; para la inmensa mayoría, los
responsables últimos de un fraude monumental. Lo cierto es que, más allá de las
sentencias, el daño a la confianza en las instituciones andaluzas perdurará
como el verdadero legado de este episodio.
Contexto General del Caso
El caso ERE investiga el uso fraudulento de un fondo creado por la
Junta de Andalucía entre 2000 y 2011 para otorgar ayudas sociolaborales
y subvenciones a empresas en crisis y trabajadores afectados por procesos de
reestructuración. Este fondo, conocido como la partida presupuestaria
"31L" o "fondo de reptiles", fue gestionado de manera opaca
y sin los controles administrativos requeridos por la ley, lo que permitió su
uso discrecional y clientelar.
Cifras Clave del Fraude

1.
Monto
Total Defraudado:
o
La
sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla, ratificada parcialmente por el
Tribunal Supremo en 2022, cifró el dinero desviado en 679,412,179.09
euros. Esta cantidad corresponde al total de fondos públicos malversados entre
2000 y 2009, según el fallo judicial.
o
Inicialmente,
la juez instructora Mercedes Alaya estimó un fraude
de hasta 855 millones de euros, pero esta cifra fue ajustada tras el juicio,
excluyendo ayudas que no se consideraron fraudulentas o que beneficiaron a
destinatarios legítimos.
o
El
presupuesto total asignado al programa hasta 2011 ascendía a 721 millones de
euros, con previsiones de ampliarse a 1,217 millones de euros para su
finalización, según la Junta de Andalucía.
2.
Distribución
Anual del Desvío:
o
El
fraude comenzó en 2000 con 6,977,751 euros desviados.
o
El
pico máximo se alcanzó en 2008, con 94,744,185.09
euros malversados en un solo año.
o
El
promedio anual de dinero distraído fue de aproximadamente 66 millones de euros
durante la década investigada.
3.
Beneficiarios
de las Ayudas:
o
Se
estima que unas 6,000 personas recibieron ayudas legítimas del fondo,
principalmente trabajadores afectados por EREs. Sin
embargo, una parte significativa del dinero se destinó a beneficiarios
irregulares, incluyendo "intrusos" (personas no vinculadas a los ERE)
y empresas favorecidas sin justificación.
Implicados y Condenas
1.
Número
de Acusados:
o
En
la pieza política del caso, juzgada entre 2017 y 2018, se sentaron en el
banquillo 22 acusados, aunque inicialmente fueron imputadas 52 personas en esta
rama. Tras sobreseimientos y recursos, el número se redujo.
o
En
el conjunto de la macrocausa, que incluye múltiples
piezas separadas, el número de imputados supera los 500, según datos de 2017.
2.
Condenas
Principales:
o
Manuel
Chaves: Presidente de la Junta entre 1990 y 2009. Condenado por la Audiencia de
Sevilla en 2019 a 9 años de inhabilitación por prevaricación. El Tribunal
Supremo ratificó esta pena en 2022.
o
José
Antonio Griñán: Presidente entre 2009 y 2013 y
consejero de Economía y Hacienda entre 2004 y 2009. Condenado a 6 años y 2 días
de prisión y 15 años y 2 días de inhabilitación absoluta por prevaricación y
malversación. El Supremo confirmó la condena en 2022, aunque no ingresó en
prisión por motivos de salud.
o
Otros
condenados notables:
§ Antonio Fernández (exconsejero de
Empleo): 7 años y 11 meses de prisión y 18 años de inhabilitación.
§ Francisco Javier Guerrero (exdirector
general de Trabajo): 7 años y 11 meses de prisión (falleció en 2020).
§ Juan Márquez (exdirector general de Trabajo):
Condenado inicialmente a 7 años de prisión, reducido a 3 años por el Supremo
tras aplicar atenuantes.
o
En
total, la primera pieza sumó 60 años de penas privativas de libertad entre los
condenados.
3.
Absueltos
y Revisiones:
o
Dos
acusados fueron absueltos en la sentencia inicial de 2019: el exinterventor general de la Junta y el exjefe de gabinete
jurídico.
o
El
Supremo absolvió a tres exsecretarios técnicos de Empleo (Javier Aguado, Juan
Francisco Sánchez y Lourdes Medina) en 2022.
Desarrollo Judicial
1.
Duración
del Juicio:
o
La
vista oral de la pieza política se prolongó durante 152 sesiones entre
diciembre de 2017 y octubre de 2018, con la participación de 120 testigos.
2.
Sentencias
y Recursos:
o
La
Audiencia de Sevilla emitió su fallo el 19 de noviembre de 2019, con una
sentencia de más de 1,800 páginas.
o
El
Tribunal Supremo confirmó las condenas principales el 26 de julio de 2022, en
una decisión dividida (3 a 2 magistrados), con un fallo de 1,205 folios.
o
En
julio de 2024, el Tribunal Constitucional anuló las condenas de Chaves y Griñán, argumentando que no se podía cometer prevaricación
ni malversación al aprobar presupuestos, y ordenó a la Audiencia de Sevilla
dictar nuevas sentencias. Esto redujo significativamente las penas, eliminando
la condena por malversación de Griñán (y con ella la
prisión) y rebajando la inhabilitación de Chaves.
Impacto Político y Social
Conclusión
El caso ERE destaca por la magnitud del fraude (679.4 millones de
euros) y el número de implicados, marcando un hito en la lucha contra la
corrupción en España. Aunque las condenas iniciales señalaron a Chaves y Griñán como responsables clave de un sistema ilegal, la
intervención del Tribunal Constitucional en 2024 ha redefinido el alcance de
sus responsabilidades, limitando las penas y cerrando un capítulo judicial que
duró más de una década. Sin embargo, otras piezas de la macrocausa
siguen en curso, y el impacto total del escándalo aún podría ampliarse.
Es absolutamente escandaloso que Chaves y Griñán
estén en libertad y agasajados por sus compañeros de partido después de ser los
máximos responsables del mayor fraude perpetrado en España desde que se tienen
noticias. Una vez más se cumple la norma:
“si robas poco, y vas por libre, al
talego. Si robas mucho, y eres político, a la calle”
© JAVIER DE LUCAS 2025