MICROORGANISMOS

Miles de millones de años antes de la existencia de cualquier
animal, planta u organismo complejo, la Tierra estuvo dominada por
microorganismos. Estos microorganismos lograron la capacidad de extraer energía
de prácticamente cualquier reacción química que se produce en la Tierra: luz,
agua, aire, metales, fuentes hidrotermales... además estos organismos poseen la
capacidad de evolucionar de forma vertiginosa adaptándose a cualquier entorno
terrestre.
Estas cualidades han permitido a estos organismos colonizar cada
palmo del planeta hasta el punto de que ninguna forma de vida compleja puede
sobrevivir sin contar con ellos; de hecho, la mayoría solo puede sobrevivir
formando una simbiosis con todo tipo de bacterias. En este artículo
descubriremos varios ejemplos de animales increíbles que dependen totalmente de
la actividad de estos microorganismos. ¡Bienvenidos al Universo invisible a
nuestro alrededor!
MICROORGANISMOS: LOS DUEÑOS INVISIBLES
DEL MUNDO
La Tierra tiene aproximadamente 4500 millones de años. Una
cantidad tan inmensa de tiempo apenas es concebible por el cerebro humano, así
que comprimiremos todo ese tiempo en un solo año para tratar de hacernos una
idea de la secuencia de acontecimientos. Desde el primer día de Enero hasta
algún día de Marzo no existía ningún ser vivo en la Tierra; el primer organismo
que podría considerarse vivo apareció en la Tierra en algún momento del mes de
Marzo.
Este primer ser vivo evolucionó para formar un inmenso número de
microorganismos: virus, bacterias y arqueas. Estos microorganismos colonizaron
el planeta expandiéndose por tierra, mar y aire de forma que hasta los más
recónditos lugares del planeta está lleno de ellos. Los primeros organismos
multicelulares que dieron lugar a los organismos más complejos no aparecieron
hasta primeros de Octubre. En Noviembre las plantas invadieron la Tierra y los
mares empezaron a albergar los primeros grupos zoológicos. Las flores y los
mamíferos no aparecieron hasta primeros de Diciembre, los dinosaurios se
extinguieron la noche del 26 de Diciembre y los seres humanos solo hemos
existido durante los últimos 30 minutos de la noche del 31 de Diciembre (un
tiempo casi despreciable en términos geológicos).
El dato clave es el siguiente: desde Marzo hasta primeros de
Octubre solo hubo microorganismos en el planeta, lo que implica que estos han
tenido una cantidad inimaginable de tiempo para dominar cada milímetro cúbico
del mundo que habitamos. En este artículo veremos las sorprendentes
consecuencias de este hecho, examinando algunos de los organismos más extraños
e impresionantes producto de la actividad de este "Universo
invisible".
ORGANISMOS "INDESTRUCTIBLES"
En sedimentos oceánicos cálidos de todo el mundo podemos encontrar
una especie de gusano (un platelminto) de aproximadamente 1 cm de largo
denominado "paracatenula". Si cortamos a este gusano en dos partes,
ambas partes seguirán vivas y se regenerarán para dar lugar a dos gusanos
totalmente independientes. Si lo cortamos en 4 partes, estas se convertirán en
4 gusanos... de esta forma podemos obtener 6, 8 o 10 gusanos al trocear el
gusano original. ¿De dónde obtiene este organismo una capacidad regeneradora
tan impresionante?
La clave está en que este gusano está prácticamente hecho de
bacterias: las bacterias, que viven en simbiosis con el gusano, están
compactadas en compartimentos llamados trofosomas que pueden ocupar hasta el
90% del gusano. Estas bacterias generan gran cantidad de energía que permiten a
las células del gusano regenerarse con rapidez para dar lugar a cientos o miles
de gusanos individuales. Este ejemplo muestra cómo la mayoría de los organismos
pluricelulares necesitan convivir con las bacterias para generar energía y
poder sobrevivir.
LA BACTERIA "WOLBACHIA"

En este apartado conoceremos a uno de los organismos más
increíbles y desconocidos del planeta. Además es probablemente el organismo más
exitoso (en términos reproductivos) de la Tierra. Los biólogos Hertig y Wolbach hallaron en
1924 en el mosquito común una nueva especie de bacteria.
En honor a su descubridor, esta bacteria fue bautizada como
"Wolbachia". En aquel momento sus descubridores no sospecharon de que acababan de descubrir uno de los organismos más
extraños y "manipuladores" del planeta. Posteriormente, una serie de
extraños acontecimientos que giraban en torno a esta bacteria dejaron claro a
los científicos que no estaban frente a una bacteria común:
- El biólogo Stouthamer descubrió, al estudiar una especie de avispa,
que los huevos de la especie en cuestión solo producían avispas hembras.
Examinando los simbiontes bacterianos de esta avispa descubrió que la Wolbachia
era una de las bacterias predominantes. Siguiendo una "corazonada"
roció los huevos de esta especie de avispa con antibióticos y sucedió algo
increíble: los machos empezaron a surgir de los huevos fecundados. Nuevos
estudios confirmaron que era la Wolbachia la responsable de que no se generasen
machos. Pero, ¿Cómo era esto posible?
- Posteriormente Thierry Rigaud descubrió en las cochinillas algo
muy extraño: una especie de bacteria estaba transformando los machos en hembras
interfiriendo en la producción de hormonas masculinas: esta bacteria era
también la Wolbachia.
- Otro ejemplo no menos sorprendente fue encontrado por Greg Hurst
en Fiyi y Samoa estudiando a la mariposa "media luna": una bacteria
estaba matando los embriones masculinos de esta especie hasta el punto de que
el número de hembras superaba al de machos en proporción de 100 a 1. De nuevo
la bacteria era la Wolbachia. ¿Que estaba sucediendo? ¿Por qué esta bacteria
"odiaba" a los machos?
La explicación viene de la mano de la genética y la evolución:
esta bacteria solo puede pasar a la siguiente generación a través de las
hembras ya que los espermatozoides son demasiado pequeños para contenerlas.
Esto ha producido que a lo largo de miles de millones de años esta bacteria
haya desarrollado diferentes estrategias para combatir a los machos: los mata,
los feminiza o los hace innecesarios al permitir la reproducción asexual de la
especie.
Por si esto fuera poco, este organismo tiene otra estrategia para
reproducirse a ritmo vertiginoso y "dominar el mundo": cuando llega a
una especie, manipula los espermatozoides para que solo puedan fecundar los
huevos que contengan la bacteria Wolbachia; de esta forma los óvulos que posean
la bacteria tienen una tremenda ventaja: se pueden reproducir con cualquier
espermatozoide, mientras que los que no posean la bacteria solo pueden
reproducirse con machos que no posean la bacteria. De esta forma, en poco
tiempo, todos los individuos poseerán la bacteria.
Estas estrategias hace de este organismo el más exitoso del mundo:
se estima que de los 7,8 millones de especies de animales actuales (la mayoría
artrópodos) el 40% de ellas posee la Wolbachia. Wolbach falleció en 1954 y
nunca supo que su nombre quedaría para siempre ligado a una de las mayores
"pandemias" de la historia del planeta.
CIGARRAS
Durante bastante tiempo, los científicos que estudiaban el ADN de
ciertas especies de cigarras estuvieron muy confundidos: el ADN se componía de
varios anillos en los que se encontraban dispersos los genes. Lo más extraño es
que faltaban genes que son esenciales para la existencia de cualquier ser vivo.
Estos genes son necesarios para fabricar ciertas vitaminas sin las cuales el
insecto no puede sobrevivir.
La respuesta a este enigma fue sorprendente: estas vitaminas eran
fabricadas por bacterias que vivían en simbiosis con las células de la cigarra.
Con el tiempo, el ADN de la cigarra y el de las bacterias simbióticas se ha
fusionado hasta el punto de que unos no pueden vivir sin los otros. La cigarra
es en realidad una fusión entre ADN animal y ADN bacteriano. Lo más dramático
de esta fusión es que con el tiempo, la dispersión genética puede ser fatal
para este animal: la falta de una sola especie de bacteria o gen conllevará la
extinción de la especie.
LA "RIFTIA"

En las profundidades más oscuras de los océanos podemos encontrar
uno de los organismos más extraños que existen. Cuando se descubrió, la
comunidad científica quedó totalmente impactada: el animal (una especie de
gusano denominado "riftia" que vive en el interior de un tubo
quitinoso blanco) no tenía boca, ni intestinos, ni ano, ni prácticamente órganos
internos. ¿Cómo se alimentaba esa cosa? La perplejidad fue aún mayor cuando al
diseccionar al animal se encontraron en su interior ¡cristales de azufre puro!
¿Qué significaba todo esto?
La respuesta era sorprendente: el animal estaba repleto de
bacterias que poseían una enzima capaz de procesar sulfuros como el sulfuro de
hidrógeno abundante en los respiraderos submarinos. Estas bacterias permitían
al gusano extraer energía de fuentes que no dependían del sol: ¡ningún animal
conocido podría hacer una cosa así! Las bacterias aportaban al animal toda la
energía que necesitaba, por eso no tenía boca ni aparato digestivo.
TERMITAS
Las termitas son animales capaces de comer trozos de madera. La
madera no es un alimento muy común entre los seres vivos ¿Cómo es posible que
estos organismos sean capaces de metabolizar un nutriente tan indigesto? En
1889, un naturalista llamado Joseph Leidy se propuso averiguarlo. Al
diseccionar una termita encontró algo que le dejó boquiabierto: de las entrañas
de la termita muerta empezaron a salir miles de pequeñísimos seres como si
fuera un edificio atestado de gente que acaba su jornada laboral. Primero pensó
que estos organismos eran parásitos, pero más tarde se descubrió que eran
"protistas": organismos unicelulares. Estos organismos pueden
constituir hasta la mitad el peso de la termita y contienen unas enzimas
capaces de digerir la celulosa de la madera. Así se explica el extraño
"superpoder" de las termitas.
Las denominadas "macrotermitas" hacen algo aún más
extraño si cabe para digerir la madera: en el interior de sus enormes
termiteros cultivan un hongo con "poderes extraordinarios": al
alimentarlo con pequeñas virutas de madera triturada el hongo las convierte en
un "compost" de componentes más pequeños que las termitas pueden
digerir fácilmente. ¡Las termitas cultivan hongos en su beneficio como si
fueran agricultores!
ARAÑA-ÁCARO
Aunque apenas podamos verlo (su tamaño es del orden del punto y
aparte de la mitad del párrafo anterior) existe un diminuto arácnido rojo cuya
actividad causa a la humanidad daños incalculables. Este animal destruye
cultivos a una velocidad increíble alimentándose de más de 1100 especies de
plantas: tomates, fresas, maíz, soja... nada se le resiste. Además es
extraordinariamente resistente a los pesticidas. ¿Cómo hace este diminuto
organismo para causar tantos estragos? Una vez más, el origen de su
"superpoder" reside en su capacidad para usar enzimas que digieren
todo tipo de compuestos químicos. La novedad de este organismo es que en lugar
de usar bacterias, usa su propio ADN para fabricar las enzimas. Probablemente
este organismo ha adquirido, a lo largo de millones de años, el ADN de las
bacterias incorporándolo a su propio ADN. El poder de este arácnido es tal que
es capaz de resistir uno de los ácidos más letales que existen: el ácido
cianhídrico (usado por los nazis en la II guerra mundial). Algunas plantas lo
usan para defenderse de sus agresores pero este arácnido es capaz de
descomponerlo y convertirlo en un producto inofensivo ¡Ni Spider-Man es capaz
de hacer algo así!
COCHINILLA DEL CÍTRICO

La cochinilla de los cítricos es un pequeño insecto que parece una
mota de caspa y que succiona la savia de las plantas causando verdaderos
estragos. Cuando los científicos analizaron su interior encontraron una especie
de "muñeca rusa bacteriana": bacterias que vivían dentro de
bacterias. ¿De dónde salía esta extraña composición? Al analizar el ADN de este
insecto encontraron que este organismo había perdido un grupo de 22 genes que
se consideran esenciales para la vida. Pero entonces, ¿cómo podía sobrevivir
este insecto? La respuesta es sorprendente: las bacterias alojadas en su
interior hacen las funciones de los genes desaparecidos. Por ejemplo, un tipo de
bacterias fabrica una sustancia denominada peptidoglicano que sirve para
construir las paredes exteriores de una bacteria. Los animales no usan esta
sustancia pero como la cochinilla ha perdido los genes que fabrican las
"paredes" exteriores, debe confiar esta tarea a sus bacterias
simbióticas. ¡La cochinillas de los cítricos es en
realidad una fusión entre un animal y un enorme grupo de bacterias!
ANFIBIOS CAMINO A LA EXTINCIÓN
En este último apartado reflejaré lo importante que puede ser para
nuestro futuro el conocer el comportamiento de los microorganismos que viven
con nosotros.
Los últimos años han sido fatídicos para los anfibios.
Concretamente las ranas están desapareciendo a un ritmo nunca visto. Además del
avance de las zonas urbanas y la contaminación, el principal causante de esta
tragedia es un hongo denominado Bd (Batrachochytrium dendrobatidis.
Este hongo se adhiere a la piel de las ranas y las impide absorber elementos
esenciales como el sodio y el potasio produciendo una especie de ataque cardíaco
en estos anfibios. Pero lo peor de todo es que este hongo no solo afecta a las
ranas: sapos, salamandras, tritones, cecílidos... se calcula que hasta un
tercio de los anfibios del mundo están en peligro de extinción. El hongo
fatídico ya ha extinguido decenas de
especies de anfibios y puede acabar con poblaciones enteras en pocas
semanas. Los científicos ya consideran este problema como la peor enfermedad
infecciosa jamás registrada en los vertebrados y están haciendo lo posible para
salvar a todos los anfibios del planeta.
Este terrible problema nos hace reflexionar sobre lo importante
que es conocer el comportamiento de los microorganismos que conviven con
nosotros: ¿Qué sucedería si el hongo en vez de atacar a los anfibios atacara a
los mamíferos? El pánico que surgiría en todas las poblaciones humanas sería
indescriptible.
Solo los científicos, con el conocimiento de la composición
genética y química de las sustancias utilizadas por el hongo, podrían salvarnos
de un ataque como este. La rana del árbol Rabb se extinguió en 2016.
Conclusiones
Los virus y las bacterias han dominado el planeta Tierra desde
muchísimo antes de la llegada de cualquier planta o animal. El surgimiento de
los organismos complejos no hubiera sido posible si estos microorganismos no
existieran; de hecho, nuestro ADN está repleto de vestigios genéticos
bacterianos y los ribosomas que producen la energía de todas nuestras células
son en realidad bacterias que se fusionaron para producir nuestras células
modernas. Por todo esto, y a pesar de su mala fama, sin los microorganismos no
existirían ni las plantas, ni los animales ni los seres humanos.
© 2024 JAVIER DE LUCAS