OPPENHEIMER Y MANHATTAN
El Proyecto Manhattan era el nombre en
clave de un proyecto de investigación llevado a cabo durante la Segunda guerra
mundial por los Estados Unidos con ayuda parcial del Reino Unido y Canadá. El
objetivo final del proyecto era el desarrollo de la primera bomba atómica.
La investigación científica fue
dirigida por el físico Julius Robert Oppenheimer mientras que la seguridad y
las operaciones militares corrían a cargo del general Leslie R. Groves. El
proyecto se llevó a cabo en numerosos centros de investigación siendo el más
importante de ellos el Distrito de Ingeniería Manhattan situado en el conocido
actualmente como Laboratorio Nacional Los Álamos.
El
proyecto agrupó a una gran cantidad de eminencias científicas (físicos,
químicos, informáticos, ingenieros...). Dado que tras los experimentos en
Alemania previos a la guerra se sabía que la fisión del átomo era posible y de
que los nazis estaban ya trabajando en su propio programa nuclear, no costó
mucho reunir a todas aquellas mentes brillantes que eran también pacifistas e
izquierdistas en su mayoría. Exiliados judíos muchos de ellos, hicieron causa
común de la lucha contra el fascismo aportando su grano de arena a la causa:
conseguir la bomba antes que los alemanes
El
primer ensayo atómico con éxito ocurrió en el desierto de Alamagordo, en Nuevo
México. El artefacto se llamó Trinity y se trataba de una bomba-A de plutonio
del mismo tipo que Fat Man, que sería lanzada sobre Nagasaki días después. En
la actualidad este lugar está marcado por un monolito cónico negro de silicio
resultado de la fusión de la arena bajo el efecto del calor provocado por la
explosión.
Selección
de centros de investigación vinculados al Projecto Manhattan: El projecto
Manhattan comenzó inicialmente en diferentes universidades estadounidenses,
notablemente en la Universidad de Chicago con los primeros tests de reacción en
cadena producidos bajo la dirección del físico italiano Enrico Fermi.
Posteriormente se estableció el Laboratorio Nacional de Los Álamos en Nuevo
México, dirigido por la Universidad de California.
Los
principales centros en los que llevó a cabo el proyecto fueron: Hanford
Site, Washington, que alcanzó una extensión de 1000 millas cuadradas (2600 km2)
e incluyó terrenos de las pequeñas ciudades cercanas de Hanford y White Bluffs,
el Laboratorio Nacional Los Álamos, Nuevo México, El Laboratorio Nacional
de Oak Ridge, Tennessee; con una extensión de más de 60 000 acres (243 km2),
El Complejo Nacional de Seguridad Y-12...y muchos otros centros.
La
existencia de estos centros fue mantenida en secreto hasta el final de la
guerra. En muchos casos los trabajadores desconocían el proyecto en el que
estaban trabajando. Para mediados de 1945, el proyecto empleaba a más de 130.000
personas con un coste total de cerca de dos mil millones de dólares americanos
de la época, veinte mil millones de dólares actuales.
OPPENHEIMER
Julius Robert Oppenheimer (22 de abril de
1904–18 de febrero de 1967) fue un extraordinario físico estadounidense y el
director científico del proyecto Manhattan. Conocido coloquialmente como
"El padre del la bomba atómica", Oppenheimer expresó su pesar por el
fallecimiento de víctimas inocentes cuando las bombas nucleares fueron lanzadas
contra los japoneses en Hiroshima y Nagasaki.
Al terminar la guerra, fue el jefe
consultor de la recién creada Comisión de Energía Atómica y utilizó esa
posición para apoyar el control internacional de armas atómicas y para oponerse
a la carrera armamentista nuclear entre los Estados Unidos y la Unión
Soviética. Sus actitudes provocaron en ocasiones la ira de los políticos hasta
el punto que en 1954 se le despojó de su nivel de seguridad, perdiendo el
acceso a los documentos militares secretos de su país. Poco a poco, su influencia
fue disminuyendo, pero continuó dando charlas y trabajando en física. Diez años
más tarde, el Presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson lo condecoró
con el Premio Enrico Fermi en un intento de rehabilitarlo políticamente.
Robert Oppenheimer nació en Nueva York
el 22 de abril de 1904, hijo de Julius S. Oppenheimer (un adinerado importador
textil que había emigrado de Alemania hacia los Estados Unidos en 1888) y de
Ella Friedman (una artista). Estudió en el Ethical Culture Society School (los
Oppenheimer eran descendientes de judíos, pero ellos eran no practicantes).
Durante toda su vida fue un estudiante muy versátil, con buena aptitud tanto
para las ciencias como para las artes
Durante sus estudios en Harvard,
Oppenheimer se interesó por la física experimental en la asignatura de
termodinámica dictada por el profesor Percy Bridgman, y como en esa época no
había en los Estados Unidos centros de física experimental de clase mundial, se
le sugirió continuar sus estudios en Europa. Fue aceptado como estudiante de
postgrado en el famoso Laboratorio Cavendish de Ernest Rutherford. La poca
destreza de Oppenheimer en el laboratorio le hizo comprender que su fuerte era
la física teórica, no la experimental. En 1926 partió hacia la Universidad de
Göttingen para estudiar bajo la supervisión de Max Born. Göttingen era entonces
uno de los principales centros en física teórica en Europa, y Oppenheimer hizo
amistad allí con otros estudiantes famosos como Paul Dirac, y a la edad de 22
años, obtuvo su doctorado.
En Göttingen, Oppenheimer publicó
muchas contribuciones importantes a la entonces recién desarrollada mecánica
cuántica, particularmente, un artículo muy conocido sobre la llamada
Aproximación de Born-Oppenheimer, que separa el movimiento nuclear del movimiento
electrónico en el tratamiento matemático de las moléculas. En septiembre de
1927, regresó a Harvard como joven experto en física matemática y miembro del
Consejo de Investigación Nacional estadounidense, y desde principios de 1928
fue profesor en el Instituto Tecnológico de California.
Estando allí, recibió múltiples ofertas
de diversas Universidades y aceptó un puesto de profesor asistente en física en
la Universidad de California en Berkeley, compatible con su puesto en Cal.
Tech. Según sus palabras, Berkeley "era un desierto," y
paradójicamente un lugar sembrado de oportunidades. Cada primavera, Oppenheimer
enseñaba en Cal. Tech. para mantenerse al día con la investigación en su área.
Oppenheimer entabló amistad con Linus Pauling y habían planeado trabajar juntos
en investigación, pero esto nunca se concretó.
Antes de comenzar a dar clases en
Berkeley, Oppenheimer sufrió de tuberculosis, y debió pasar algunas semanas en
un rancho en Nuevo México junto con su hermano. Más adelante adquiriría ese rancho
y solía decir que la física y el campo desértico eran sus dos grandes amores;
amores que se combinaron más adelante al escoger el sitio de Los Álamos para
las instalaciones del proyecto de la bomba.
A Oppenheimer se le atribuye el haber
fundado la escuela estadounidense de física teórica; era admirado por su
eclecticismo, su interés por los idiomas, la filosofía oriental y la elocuencia
y claridad con la cual pensaba. Pero tuvo también una vida turbulenta, y sufrió
períodos de depresión. Una vez escribió a su hermano: Necesito más la Física
que los amigos.
Era un hombre alto, delgado, fumador
continuo, que a veces olvidaba comer durante sus períodos de concentración
individual. Algunos de sus amigos pensaban que Oppenheimer tenía tendencias
auto destructivas y en varias ocasiones sus colegas se preocuparon por su
melancolía e inseguridad. Siendo estudiante en Cambridge, una vez viajó en
vacaciones a París para encontrarse con su amigo Francis Ferguson y mientras le
narraba su frustración con la física experimental repentinamente se le acercó y
trató de estrangularlo. Ferguson lo detuvo con facilidad, pero el incidente
dejó convencido a Ferguson de sus profundos problemas psicológicos. Oppenheimer
desarrolló numerosas afecciones, probablemente en un intento de convencer a su
entorno y posiblemente a sí mismo de su propia importancia. Tenía un fuerte
poder de convencimiento en su trato personal, pero de gran timidez en público.
Sus colegas tendían a dividirse en dos campos: aquellos que admiraban su genialidad
y aquellos que veían en sus actos posturas pretenciosas e inseguras. Sus
estudiantes estaban casi todos en el primer grupo.
Oppenheimer realizó investigaciones
importantes en astrofísica, física nuclear, espectroscopía y teoría cuántica de
campos. Su contribución más conocida, realizada como estudiante de post-grado,
es la aproximación de Born-Oppenheimer ya mencionada. También realizó
contribuciones importantes en la teoría de la lluvia de rayos cósmicos y
realizó trabajos que condujeron más adelante a descripciones del efecto de
túnel cuántico.
A finales de la década de 1930, fue el
primero en escribir trabajos que sugerían la existencia de lo que hoy se llaman
agujeros negros. En 1930 escribió un trabajo que esencialmente predecía la
existencia del positrón (que había sido postulado por Paul Dirac), una
formulación que sin embargo no llevó hasta el final debido a su escepticismo
sobre la validez de la ecuación de Dirac. Aún para los expertos, los trabajos
de Oppenheimer fueron considerados difíciles de entender. Oppenheimer era
aficionado a utilizar técnicas matemáticas elegantes pero extremadamente
complicadas para demostrar principios físicos. En algunos casos se le han
encontrado algunos errores matemáticos, probablemente debido a la precipitación.
Muchos han pensado que los
descubrimientos de Oppenheimer no están a la altura de sus habilidades y
talentos. Le consideran un físico excepcional, pero no lo ubican entre los más
grandes, aquellos que han amoldado las fronteras del conocimiento. Una posible
razón para ello fue sus intereses muy variados, que le impidieron concentrarse
completamente en algún tema individual con suficiente tiempo como para producir
avances más importantes. Su colega y confidente Isidor Rabi dio más tarde la
siguiente interpretación:
«Oppenheimer tuvo una muy completa formación en
aquellos campos que caen fuera de la tradición científica, como su interés en
la religión, particularmente en la religión hindú, que se transformó en una
especie de sentimiento de misterio que lo rodeaba. Veía la física con claridad,
mirando lo que ya se había logrado, pero en el límite tendía a sentir que había
mucho más de misterio de lo que realmente había... se alejó de los métodos
tradicionales de la física teórica en dirección hacia un sentimiento místico de
amplia intuición.»
A pesar de esto, muchos (entre ellos el
físico Luis Álvarez) han sugerido que si Oppenheimer hubiera vivido lo
suficiente como para ver sus predicciones sustentadas por experimentos, hubiera
ganado un Premio Nobel por su trabajo en el colapso gravitacional, relacionado
con las estrellas de neutrones y los agujeros negros.
Durante la década de 1920, Oppenheimer
se mantuvo alejado de los acontecimientos del mundo. En algún momento afirmó no
haberse enterado de la crisis financiera de 1929 (Oppenheimer en lo personal no
tenía muchas preocupaciones financieras debido a su herencia familiar). Fue
solamente al relacionarse con Jean Tatlock, hija de un profesor del literatura
de Berkeley, en 1936, que se interesó en la política. Al igual que muchos
intelectuales de la década de 1930 apoyó las ideas comunistas y, gracias a su
capital heredado (más de 300.000 dólares, cantidad enorme en la época), podía
financiar muchos esfuerzos políticos de izquierda. La mayoría de estos aportes
estuvieron dedicados a financiar recolecciones de fondos a favor de los
republicanos en la Guerra Civil Española y otras actividades anti-fascistas;
nunca se inscribió oficialmente en el Partido Comunista de los Estados Unidos
(su hermano Frank sí lo hizo, en contra de la opinión de Robert), aunque
historiadores como Gregg Herken afirman haber encontrado evidencias de que
Oppenheimer tuvo relaciones con el partido comunista en las décadas de 1930 y
1940. En noviembre de 1940, se casó con Katherine Puening Harrison, una
estudiante radical de Berkeley, y en mayo de 1941 tuvieron a Peter, su primer
hijo
Cuando empezó la Segunda Guerra
Mundial, Oppenheimer se involucró fuertemente en los esfuerzos para desarrollar
una bomba atómica que ya ocupaba mucho del tiempo y equipamiento del
Laboratorio de Radiación de Ernest Lawrence, en Berkeley. En 1941, Lawrence,
Vannevar Bush, Arthur Compton y James Conant intentaban que el Comité Uranio
establecido por el presidente Franklin Delano Roosevelt en 1939, les asignara
el proyecto de la bomba, porque opinaban que avanzaba con demasiada lentitud.
Invitaron a Oppenheimer para que asumiera el trabajo de cálculo sobre los
neutrones, tarea a la que se volcó con pleno vigor, renunciando a lo que llamó
sus «vagabundeos izquierdistas» para dedicarse a sus deberes (aunque todavía
tenía muchos amigos y estudiantes radicales). Cuando el ejército de EE.UU
recibió la jurisdicción sobre el esfuerzo de la bomba, ahora bautizado el
Proyecto Manhattan, el director del proyecto, el general Leslie R. Groves
(quien había terminado recientemente la dirección de la construcción del
Pentágono) nombró a Oppenheimer director científico del proyecto, una acción
que produjo sorpresa a muchos. Groves conocía los problemas potenciales de
seguridad ligados a Oppenheimer, pero lo consideró como el mejor hombre para
dirigir un equipo diverso de científicos y que no estaría afectado por sus
tendencias políticas anteriores.
Una de las primeras acciones de
Oppenheimer fue albergar una escuela de verano sobre la teoría de las bombas en
las instalaciones del proyecto en Berkeley, reuniendo físicos europeos y sus
propios estudiantes. Este grupo que incluía a Robert Serber, Emil Konopinski,
Felix Bloch, Hans Bethe, y Edward Teller, se ocuparon de calcular qué hacía
falta hacer, y en qué orden, para construir la bomba. Cuando Teller expuso la
remota posibilidad que la bomba generaría calor suficiente para encender la
atmósfera, (un evento que pronto demostró Bethe que era imposible), Oppenheimer
estuvo tan preocupado por esa posibilidad que se reunió con Arthur Compton en
Michigan para discutirla. Al mismo tiempo, las investigaciones del proyecto se
adelantaban en muchas universidades y en muchos laboratorios por todo el país,
planteando problemas tanto para la seguridad como para la cohesión del
proyecto. Oppenheimer y Groves decidieron que necesitaban un laboratorio
centralizado y secreto. Buscando un sitio, Oppenheimer propuso una región de
Nuevo México no muy lejos de su rancho. En una meseta cerca de Santa Fe, la
capital de Nuevo México, se construyó rápidamente el laboratorio de Los Álamos,
un grupo de cuarteles rodeados de lodo. Ahí consiguió Oppenheimer reunir un
grupo de los más brillantes físicos de la época, incluyendo a Enrico Fermi,
Richard Feynman, Robert R. Wilson, y Victor Weisskopf así como Bethe y Teller.
Allí nació la segunda hija de Oppenheimer, Katherine (llamada Toni), en 1944
A Oppenheimer se le reconocía su
dominio de todos los aspectos científicos del proyecto y sus esfuerzos para
manejar los conflictos de cultura inevitables entre científicos y militares.
Fue la imagen del proyecto para sus colegas científicos y ejerció su papel de
director con gran prestancia. Victor Wesskopf lo expresó así:
“No dirigió desde la oficina central. Estaba
presente intelectual y hasta físicamente en cada paso decisivo. Estaba presente
en el laboratorio o en las salas de seminario, cuando se medía un nuevo efecto,
cuando se concebía una nueva idea. No era tanto por las ideas que aportaba
algunas veces, sino que su influencia principal venía de algo más. Fue su
presencia continua e intensa, que produjo en todos nosotros un sentido de
participación directa; creó aquella atmósfera única de entusiasmo y desafío que
impregnó el lugar durante todo su período.”
Se organizó un gran revuelo
(rápidamente silenciado por las autoridades militares) cuando, en 1947, en una
entrevista sobre su trabajo, a la pregunta de porqué no se había probado la
bomba de Uranio (como la de Hiroshima) previamente (la del desierto de los
Alamos fue de Plutonio, gracias a los disparadores de Von Ardenne capturados en
un submarino alemán), este contestó: "No había nada que probar, los
alemanes ya lo habían hecho antes, solo teníamos que usarla y ya está".
Mientras tanto, a Oppenheimer le
investigaban el FBI y el departamento de seguridad interna del Proyecto
Manhattan por sus anteriores asociaciones izquierdistas. También le siguió un
agente del FBI durante un viaje inesperado a California en 1943 para encontrar
a su ex-pareja, Jean Tatlock. En agosto de 1943, Oppenheimer le comunicó a
agentes de seguridad del Proyecto que uno de sus amigos con contactos
comunistas, había solicitado secretos nucleares a tres de sus alumnos.
Presionado acerca del asunto en reuniones posteriores con el General Groves y
agentes de seguridad, identificó al amigo como Haakon Chevalier, profesor en
Berkeley de literatura francesa. A Oppenheimer le pedirían declaraciones
relacionadas con el «incidente Chevalier» y muchas veces prestó declaraciones
contradictorias y equívocas, diciéndole a Groves que Chevalier se había puesto
en contacto con sólo una persona, y que dicha persona fue su hermano, Frank.
Pero Groves, consciente de la importancia de Oppenheimer para las metas de los
aliados, no le podía retirar del proyecto a pesar de este comportamiento
sospechoso
En cuanto se creó la United States
Atomic Energy Commission (Comisión de Energía Atómica de EE.UU, AEC) en 1946,
como una agencia civil controlando las investigaciones y armas nucleares,
Oppenheimer fue nombrado presidente de su General Advisory Committee (Comité
Asesor General, GAC) y dimitió de su cargo como director de Los Álamos. Desde
ese puesto dio consejos sobre varios asuntos nucleares, incluyendo el patrocinio
de los proyectos, la construcción de los laboratorios, e incluso la política
internacional, aunque no siempre se pusieron en práctica los consejos del GAC.
El Plan Baruch de 1946, que exigió la
internacionalización de la energía atómica, provino en parte de las opiniones
de Oppenheimer, aunque para su consternación incluyó muchos elementos
adicionales que mostraron claramente que su meta fue simplemente impedir a la
Unión Soviética conseguir una bomba propia, en vez de fomentar un duradero
mecanismo internacional de control. La Unión Soviética rechazó el plan, sin
sorprender a los observadores, y Oppenheimer se dio cuenta de que una carrera
de armamentos era inevitable debido a la desconfianza entre los EE. UU y la
URSS
En 1947 salió de Berkeley por problemas
con la administración durante la guerra, según dijo, y fue nombrado director
del Institute for Advanced Study (Instituto para el Estudio Avanzado) en
Princeton, New Jersey. Más tarde tuvo el antiguo puesto de Albert Einstein de
alto profesor de la física teórica.
Mientras todavía era presidente del
GAC, Oppenheimer presionó con vigor para el control internacional de armamentos
y para el patrocinio de la ciencia fundamental, e intentó influir en la
política contra una carrera de armamentos. Cuando el gobierno debatía sobre
realizar un programa intensivo para desarrollar un arma basada en la fusión
nuclear -la bomba termonuclear- Oppenheimer al principio recomendó que no,
aunque había favorecido desarrollar un arma así en los primeros días del Proyecto
Manhattan. En parte le impulsaron las razones éticas, creyendo que tal arma se
podía usar solamente contra los civiles, causando millones de muertos.
Pero también por razones prácticas.
Como en esa época no existía ningún diseño factible de una bomba termonuclear,
Oppenheimer opinaba que sería mejor gastar los recursos creando una gran fuerza
de armas de fisión. A pesar de su consejo, el presidente Harry Truman anunció
un programa intensivo después que la Unión Soviética probó su primera bomba
atómica en 1949. Oppenheimer y otros colegas del GAC adversarios del proyecto,
sobre todo James Conant, se sintieron rechazados personalmente y consideraron
retirarse del comité. Se quedaron, aunque sus opiniones sobre la bomba
termonuclear se conocieron bien.
En 1951, sin embargo, Edward Teller y
el matemático Stanislaw Ulam desarrollaron lo que se bautizaría la
configuración Teller-Ulam para una bomba termonuclear. Este nuevo diseño
pareció factible, y Oppenheimer cambió de opinión sobre desarrollar el arma. Como
dijo después:
“El programa que teníamos en 1949 fue una cosa
horrenda de la que bien se podía argüir que no tenía demasiado sentido técnico.
Por eso fue posible argumentar que no se quería. El programa en 1951 fue
técnicamente tan atractivo que no se podía discutir eso. Las cuestiones ya
fueron sólo las militares, las políticas, y los problemas humanitarios de qué
se iba a hacer con él una vez que se consiguiera”.
Ivy Mike
La primera bomba termonuclear de
verdad, nombrada Ivy Mike, se probó en 1952 y produjo 10,4 megatones,
una fuerza 650 veces más grande que la de las armas desarrolladas por
Oppenheimer durante la Segunda Guerra Mundial. En su papel como consejero
político, Oppenheimer se ganó muchos enemigos. El FBI dirigido por J. Edgar
Hoover había estado siguiendo sus actividades desde antes de la guerra, cuando
mostró simpatías comunistas como profesor radical. Estaban deseando
proporcionar a los enemigos políticos y profesionales de Oppenheimer pruebas
incriminatorias sobre vínculos comunistas.
Entre estos enemigos estaba incluido
Lewis Strauss, un comisionado de la AEC que durante mucho tiempo había
albergado resentimiento contra Oppenheimer, tanto por su actividad contra la
bomba de hidrógeno como por haberle humillado ante el Congreso algunos años
antes. Strauss y el senador Brien McMahon, autor en 1946 de la Ley de Energía
Atómica (Atomic Energy Act), secundados por Edward Teller, el formulador de la
acusación, impulsaron al presidente Eisenhower a revocar la credencial de
seguridad de Oppenheimer. Esto llegó tras la controversia sobre si algunos de
los alumnos de Oppenheimer, incluyendo a David Bohm, Joseph Weinberg y Bernard
Peters, habían sido comunistas en la época en que habían trabajado con él en
Berkeley. El hermano de Oppenheimer, Frank Oppenheimer, fue obligado a
testificar ante el Comité de Actividades Anti-Americanas, donde admitió haber
sido miembro del Partido Comunista en los 30, pero rechazó dar los nombres de
otros miembros. A consecuencia de esto Frank fue despedido de su puesto
universitario, y al no poder encontrar trabajo en el campo de la física,
terminó como ranchero en Colorado
En 1953, Oppenheimer fue acusado de ser
un riesgo para la seguridad y el presidente Eisenhower le pidió su renuncia.
Oppenheimer se negó y solicitó una auditoría para evaluar su lealtad, y que
mientras tanto su credencial de seguridad quedara en suspenso. Las
comparecencias públicas que siguieron se centraron en los pasados vínculos
comunistas de Oppenheimer y en su asociación durante el Proyecto Manhattan con
científicos sospechosos de desleales o comunistas.
Uno de los elementos clave en este
proceso fue el testimonio anterior de Oppenheimer sobre su amigo Haakon
Chevalier. De hecho, Oppenheimer nunca había hablado sobre ello a Chevalier, y
el testimonio había llevado a Chevalier a perder su empleo. Edward Teller, con
el cual Oppenheimer había estado en desacuerdo sobre la bomba de hidrógeno,
testificó contra él, provocando las iras de la comunidad científica y la
práctica expulsión de Teller de la ciencia académica. Muchos importantes
científicos, así como destacadas figuras del gobierno y de las fuerzas armadas,
testificaron a favor de Oppenheimer. Las incoherencias de su testimonio y su
comportamiento errático en sus comparecencias convencieron a algunos de que no
era de confianza y representaba un posible riesgo para la seguridad. La
credencial de seguridad de Oppenheimer fue revocada.
Durante su comparecencia, Oppenheimer
testificó de buena gana sobre el comportamiento izquierdista de muchos de sus
colegas científicos. El historiador Richard Polenberg ha especulado que si la
credencial de Oppenheimer no hubiera sido anulada (de todos modos hubiera
caducado en cosa de unos días), hubiera sido recordado como uno que "dio
nombres" para salvar su reputación, un "chivato". Tal como
sucedió, Oppenheimer fue visto por la mayor parte de la comunidad científica
como un mártir del McCarthismo, un liberal ecléctico que fue injustamente
atacado por enemigos belicistas, símbolo de la sustitución de la creatividad
científica académica por el militarismo.
Privado de poder político, Oppenheimer
continuó dando clases, escribiendo y trabajando en la Física. Recorrió Europa y
Japón, dando charlas sobre la historia de la ciencia, el papel de la ciencia en
la sociedad, y la naturaleza del Universo. En 1963, a instancias de muchos de
los amigos políticos de Oppenheimer que habían alcanzado poder, el presidente
John F. Kennedy concedió a Oppenheimer el Premio Enrico Fermi como un gesto de
rehabilitación política. Edward Teller, ganador del premio el año anterior,
también había recomendado que lo recibiera Oppenheimer. Poco más de una semana
después del asesinato de Kennedy, su sucesor, el presidente Lyndon Johnson,
entregó el premio a Oppenheimer, "por contribuciones a la física
teórica como profesor y originador de ideas, y por el liderazgo del laboratorio
de Los Alamos y del programa de energía atómica durante años críticos".
Oppenheimer dijo a Johnson: "Pienso
que es posible, señor presidente, que haya necesitado de cierta caridad y cierto
coraje para conceder este premio hoy. Ello podría significar un buen augurio
para el porvenir de todos". La
rehabilitación implicada por el premio era sólo simbólica, pues Oppenheimer
siguió careciendo de credencial de seguridad, y no iba a tener efectos en la
política oficial, pero el premio vino con una dotación de 50.000 dólares.
En sus últimos años Oppenheimer
continuó su trabajo en el Instituto de Estudio Avanzado, reuniendo
intelectuales a la altura de sus capacidades y de varias disciplinas para
resolver las preguntas más pertinentes de la época actual. Sus conferencias en
Estados Unidos, Europa y Canadá fueron publicadas en muchos libros. A pesar de
todo, pensó que el esfuerzo tuvo un efecto mínimo en la política real. Se dice
que después de la auditoría de seguridad de 1954 Oppenheimer fue "como
un animal herido", y empezó a retirarse a una vida más sencilla.
En 1957, adquirió un terreno en playa
Gibney, en la isla de Saint John, en las Islas Vírgenes Americanas. Construyó
una residencia vacacional sencilla, donde pasaría las vacaciones, usualmente
varios meses por vez, con su esposa Kitty. Oppenheimer también pasaría bastante
tiempo navegando con su esposa. A su muerte, la propiedad fue heredada por su
hija Toni, quien la legó "al pueblo de St. John como parque público y área
recreativa". En la actualidad, el gobierno de las Islas Vírgenes ha creado
un centro comunitario allí, que puede ser arrendado. La playa es conocida
coloquialmente hasta hoy como "Playa Oppenheimer".
Robert Oppenheimer falleció por cáncer
de garganta en 1967. A su funeral asistieron muchos de sus asociados
científicos, políticos y militares. Sus cenizas fueron esparcidas en las Islas
Vírgenes
PROYECTO
MANHATTAN
Concepción del Proyecto
Los
científicos nucleares Leó Szilárd, Edward Teller y Eugene Wigner, refugiados
judíos provenientes de Hungría creían que la energía liberada por la fisión
nuclear podía ser utilizada para la producción de bombas por los alemanes, por
lo que persuadieron a Albert Einstein, el físico más famoso en Estados Unidos,
para que advirtiera al presidente Franklin D. Roosevelt de este peligro por
medio de una carta que Szilárd bosquejó y fue enviada el 2 de agosto de 1939.
En
respuesta a la advertencia, Roosevelt incrementó las investigaciones acerca de
las implicaciones en la seguridad nacional de la fisión nuclear. Luego de la
detonación sobre Hiroshima, Einstein comentaría: "debería
quemarme los dedos con los que escribí aquella primera carta a Roosevelt."
Inicio del Proyecto
Roosevelt
creó un Comité del Uranio a cargo de Lyman Briggs, entonces jefe del National
Boureau of Standards, el cual inició sus investigaciones en 1939 en el Naval
Research Laboratory en Wasington, en donde el físico Philip Abelson investigó
la separación de los isótopos de uranio. En la Universidad de Columbia, el
físico Enrico Fermi construyó prototipos de reactores nucleares utilizando
diferentes configuraciones de grafito y uranio.
En
1940 Vannevar Bush, director del Instituto Carnegie de Washington, organizó el
Comité de Investigación de la Defensa Nacional para movilizar los recursos
científicos de los Estados Unidos hacia el apoyo de las investigaciones
orientadas a la guerra. El Consejo de Investigación de la Defensa Nacional se
hizo luego cargo del "Proyecto Uranio", como se conocía el programa
de física nuclear, y en 1940 V. Bush y Roosevelt crearon la Oficina de
Desarrollo en Investigación Científica con el fin de ampliar estos esfuerzos.
El 9 de octubre de 1941, Roosevelt autorizó finalmente el desarrollo del arma
atómica.
Desarrollo
del Proyecto
Durante
el proyecto Manhattan los operadores eran mujeres que trabajaban en turnos de
24 horas sin conocer el propósito o consecuencias de su trabajo. El 7 de
diciembre de 1941, con el ataque japonés a Pearl Harbor, Estados Unidos entró
en la Segunda Guerra Mundial. Un día antes, V. Bush creó el Comité S-1 con el
objetivo de guiar las investigaciones. Los esfuerzos para obtener material para
la bomba se incrementaron en el Laboratorio de Metalurgia de la Universidad de
Chicago, el Laboratorio de Radiación de la Universidad de California y el
Departamento de Física de la Universidad de Columbia. El uranio-235 debía ser
separado del mineral de uranio y plutonio por medio del bombardeo de neutrones,
y en 1942 se construyeron enormes plantas en Oak Ridge (Sitio X) en Tennessee y
Hanford (Sitio W) en Washington para realizar esta separación..
A
principios de 1942, el físico y Premio Nobel Arthur Holly Compton organizó el
Laboratorio de Metalurgia de la Universidad de Chicago para estudiar el
plutonio y las pilas de fisión. Compton solicitó al físico teórico J. Robert
Oppenheimer de la Universidad de California que se encargara de realizar los
cálculos sobre neutrones de alta velocidad, esenciales para la viabilidad del
arma nuclear. John Manley, un físico del Laboratorio de Metalurgia de la
Universidad de Chicago, fue designado para ayudar a Oppenheimer a hallar
respuestas contactando y coordinando varios grupos de físicos experimentales
dispersos en todo el país
En la
primavera de 1942, Oppenheimer y Robert Serber de la Universidad de Illinois
trabajaron en los problemas de la difusión de neutrones (movimiento de
neutrones en la reacción en cadena) e hidrodinámica (comportamiento de la
explosión producida por la reacción en cadena). Este estudio preliminar fue
revisado el mismo verano por un grupo de físicos teóricos integrado por Hans
Bethe, John Van Vleck, Edward Teller, Felix Bloch, Emil Konopinski, Robert
Serber, Stanley S. Frankel y Eldred C. Nelson, quienes concluyeron que la bomba
de fisión era viable. Los científicos sugirieron que la reacción podía
iniciarse acoplando una masa crítica, ya sea disparando dos masas subcríticas
de plutonio o uranio o por medio de implosionar o comprimir una esfera hueca de
los mismos materiales.
Al
mismo tiempo, Teller contempló la posibilidad de fabricar un dispositivo mucho
más poderoso o Superbomba al rodear la bomba de fisión con deuterio y tritio;
sin embargo, el dispositivo no sería probado hasta en 1952, ya finalizada la
guerra. En este tiempo, Teller mencionó la posibilidad de que la bomba atómica
pudiera incendiar la atmósfera al desencadenar la hipotética reacción de fusión
del nitrógeno, lo cual Bethe demostró teóricamente que era imposible, y una
refutación fue escrita en el informe LA-602 por Konopinsky, Marvin y Teller, el
cual fue desclasificado en 1973. Desafortunadamente, esta información llegó
hasta Washington D. C. quienes lo mantuvieron en secreto. Luego, en 1975, la
posibilidad revivió en un artículo de H. C. Dudley, quien obtuvo la idea de un
informe de Pearl Buck acerca de una entrevista que sostuvo con Arthur Compton
en 1959, en el que malentendió completamente a Compton. La preocupación, sin
embargo, se mantuvo en la mente de algunos hasta que se detonó la prueba Trinity;
aunque si Teller hubiese tenido razón, jamás lo habríamos sabido.
El
resultado de estas reuniones fue resumido por Serber en "The Los Alamos
Primer" (LA-1 en línea), y suministraron la base teórica original para el
diseño de la bomba atómica, la cual se convirtió en la tarea principal de Los
Alamos durante la guerra y la idea de la bomba H, que se mantuvo en el
laboratorio durante la postguerra.
En
septiembre de 1942 las dificultades encontradas al desarrollar investigaciones
en universidades dispersas por todo el país hicieron evidente la necesidad de
crear un nuevo laboratorio dedicado exclusivamente a esta tarea. Sin embargo,
esta necesidad fue puesta en segundo plano dada la demanda de plantas que
pudieran producir suficiente uranio y plutonio para crear las bombas atómicas.
Las operaciones a gran escala relacionadas con el proyecto fueron asignadas al
ejército por el presidente Roosevelt, y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército
asignó al Coronel James Marshall para supervisar la construcción de fábricas para
la separación de isótopos de uranio y producción de plutonio.
En ese
tiempo, el único método que parecía prometedor para la separación a gran escala
era la separación electromagnética, desarrollada por Ernest Lawrence en el
Laboratorio de Radiación de la Universidad de California. Sin embargo, los
científicos continuaron estudiando otros métodos alternativos debido a su alto
costo y a que era improbable que pudiera producir suficiente material antes del
final de la guerra. El ejército determinó que una ubicación cerca de Knoxville,
Tennessee, sería el lugar más apropiado para construir la planta de separación,
pero debido a que los oficiales encargados desconocían qué extensión sería
necesaria, se retrasó su adquisición. De igual forma, debido a su naturaleza de
proyecto experimental, el proyecto no pudo competir con las demás prioridades
del ejército en tiempo de guerra, como la demanda de acero para la construcción
de fábricas, lo cual le causó retrasos.
Culminación del Proyecto
El
proyecto Manhattan consiguió su objetivo de producir la primera bomba atómica
en un tiempo de 2 años 3 meses y 16 días, detonando la primera prueba nuclear
del mundo (Prueba Trinity) el 16 de julio de 1945 cerca de Alamogordo, Nuevo
México. La continuación del projecto condujo a la producción de dos bombas A
conocidas como Little Boy y Fat Man con pocos días de intervalo, las cuales
detonaron en Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y en Nagasaki el 9 de agosto
respectivamente.
Hiroshima y Nagasaki
En los dos meses previos a esta fecha
histórica, Estados Unidos consiguió ganarle suficiente terreno a Japón en el
Pacífico como para poder comenzar los bombardeos sobre la isla y el mismo día
que la detonación de Trinity, partió hacia la isla Tinian, base del 509
Escuadrón, la carcasa y el uranio de la bomba “Little Boy”, vía naval, siendo
transportado concretamente por el crucero USS Indinapolis dentro de un grueso
cilindro que a su vez estaba soldado dentro de un camarote. Este crucero sería
torpedeado y hundido tres días después de realizar su entrega por el submarino
japonés I-58. De los 1.196 tripulantes, solo 316 sobrevivieron 3 días flotando
en el agua y soportando incesantes ataques de tiburones. Una vez entregados el
resto de componentes a la fuerza aérea, en esta ocasión, vía aérea, volvieron
las complicaciones. El altímetro encargado de iniciar la detonación (para
provocar el mayor daño posible, se estimó que la explosión debería producirse a
una altura de 600 metros) fallaba, así que tuvo que ser sustituido por un nuevo
sistema que combinaba diferentes elementos.
Escoltado por otros dos “Súper
fortalezas” encargados de analizar y fotografiar la explosión, el Enola Gay
puso rumbo hacia su objetivo primario, transportando en su interior la bomba
Little Boy. Esta bomba lograba la detonación nuclear uniendo violentamente dos
masas subcríticas de uranio mediante explosivos convencionales, tras lo cual se
formaba una sola masa supercrítica en la que se iniciaba la reacción. Por
motivos de seguridad, el capitán William Parsons decidió no armar la bomba con
los explosivos convencionales hasta estar ya en el aire para evitar una
catástrofe en caso de un despegue no muy limpio. A las 8,15 de ese mismo día,
la bomba detonó a 600 metros sobre la ciudad de Hiroshima.
Como anécdota merece ser comentada que
al coronel Paul Tibbets, piloto del Enola Gay y responsable del grupo mixto
509, le fue asociada la frase “¡Dios mío! ¿Qué hemos hecho?” que teóricamente dijo cuando vio la explosión de la
bomba. Esto no es cierto, ya que esta frase le fue impuesta posteriormente por
motivos morales, y sobre todo teniendo en cuenta cual fue la que dijo
realmente: “¡Dios, mira como sube esa hija de puta!” Little Boy desarrolló unos 15 kilotones, el doble
de los esperados y sesgó en el acto 78.000 vidas.
De nuevo, 2 días después de la
explosión de Hiroshima, otro B-29 despegó de la misma isla con su letal carga,
y de nuevo escoltados por dos de sus hermanos. En este caso se trataba del
“Bock´s Car”, pilotado por Fred Ashworth y transportando a Fat Man, la bomba de
plutonio que tanta controversia había generado meses atrás. Siguiendo el plan
de vuelo, Ashworth puso rumbo a su objetivo primario, el arsenal de Kokura, que
tuvo el dudoso honor de ser el objetivo secundario en la misión contra
Hiroshima. Justo antes de soltar la bomba, tuvo que abortar el lanzamiento por
perder contacto visual con el objetivo a causa de un espeso humo. Tras varias
pasadas y viendo que no podría efectuar un lanzamiento correcto, decidió poner
rumbo al objetivo secundario, Nagasaki.
Tras unos momentos de incertidumbre por
problemas de visibilidad, se intentó con un bombardeo por radar, pero
finalmente se reestableció el contacto visual. Fat Man fue soltada y detonó a
las 11,02 del 9 de agosto de 1945 a unos 3 kilómetros del objetivo,
desarrollando 20 kilotones. En el acto murieron 40.000 japoneses
© 2020 Javier de Lucas