IDA Y VUELTA

 

Sé de tus noches llegando como broches

a largas tardes ausentes de motivos,

sé del fantasma cruel de los errores

y del dolor, de tu viejo dolor;

sé de ese baile que danzas sin sentido

en un absurdo cenáculo de sones,

sé que te dejas hacer por esos hilos

que mueve el tiempo, un falso encantador.

 

Sé de tu miedo, continuo y asumido

minando los cimientos de tu vida,

sé del abrazo mortalmente vacío

de tu dolor, de tu viejo dolor;

sé de esa tierna mirada conque un día

rescatas un recuerdo del olvido

y como flor marchita, pero aún viva,

lo haces volver, sonriente y bullidor.

 

Y si preguntas por qué sé tu camino

es simplemente porque soy también

una aventura que nunca ha sucedido,

una esperanza cansada de perder;

tu desconcierto lo tengo recorrido,

lo llevo dentro, a medias con la fe

que mil veces se fue mas no se ha ido,

que se va solamente por volver.

 DE PUNTILLAS

 

Pasé de puntillas

rozando el silencio,

dejándolo intacto,

pasé sin notarlo

ajeno en el tiempo,

ajeno al espacio.

 

Apenas queriendo

le puse a tu sueño

un aire distinto,

a medio camino

te traje un aliento

fugaz, peregrino.

 

Le puse un motivo

al clásico estilo

de las realidades

con cuatro verdades

que casi ni dije

por casi ni hablarte.

 

Qué pena que sólo

tuviera un segundo

calmando tus brisas...

qué pocas sonrisas

arranqué a tu mundo,

arañé a tu prisa.

PERDI MI CORAZON

 

Perdí mi corazón una mañana,

septiembre comenzaba a declinar,

no hubo ni un reproche ni una lágrima:

perdí mi corazón...y nada más.

 

Vivir sin corazón es una farsa

pero hay que vivir, echar a andar,

no mirar hacia atrás, una mañana

las heridas tal vez se cerrarán.

 

Pero ese corazón que te llevaste

se fue a vivir contigo y ya jamás

volví a recuperarlo, ni una parte,

te lo quedaste todo hasta el final.

 

Ayer, cuando te vi, iba a tu lado,

estaba prisionero en tu mirar...

perdí mi corazón, te lo has llevado

y es imposible de recuperar.

VIEJO CAMINO

 

En el mismo lugar, pero distinto,

en el mismo paisaje, pero lejos,

en el mismo sendero y sin camino

y con igual silencio.

 

El viento no me deja que me esconda

y al soplar en el alma, nota el cambio,

el viento que me siente y que me nombra

y que me encuentra extraño.

 

Y quién no es un extraño cuando el viento

bordea la distancia de una arruga,

y quién no es un extraño cuando el tiempo

hace crecer la duda.

 

Yo estoy aquí, mirada del olivo,

pregunta interminable del sarmiento,

yo estoy aquí clavándome a un motivo,

yo que me fui y he vuelto.

 

Abrazado a la noche, media Luna

que se pinta borrosa tras la nube,

que me ha visto llorar y no se oculta

y que mi miedo cubre.

 

Ya sé que no vendrás, pero te espero,

no me importa lo inútil de la espera,

es de noche en la Cruz, hay un te quiero

que se ha quedado fuera.

 

Son cerca de las diez, el viento ahora

se agita entre recuerdos marchitados,

camino lentamente por la sombra

entre el amor y el daño.

 

Y en el mismo lugar, pero distinto,

en el mismo paisaje, pero lejos,

sigo pensando en ti, viejo camino

anochecido y seco.

 

 

 

 

                                                                  © 1981 Javier de Lucas