Todos los días, millones de e-mails invaden las bandejas de entrada de los usuarios de Internet. De todos éstos, una cantidad muy importante es considerada "correo basura". Compuesto por mensajes publicitarios no solicitados, cadenas de la suerte, hoaxes o incluso virus que se autoenvían, el spam afecta a multitud de usuarios, y hace que la tarea de revisar correo sea una verdadera molestia. ¿Qué se puede hacer para solucionar este problema? ¿Es tan grave como parece?

La ciberbasura llega a nosotros en diversos formatos. Habitualmente arriban a nuestra dirección de correo electrónico muchos e-mails con material que no hemos solicitado: spams, hoaxes, virus y las interminables cadenas de mensajes.

El problema fundamental lo representan los spams, que son mensajes publicitarios no solicitados. Ya no resulta raro para quienes contamos con una dirección de correo electrónico recibir a diario varios mensajes con propagandas de las más variadas temáticas: desde monitores de respiración para bebés ("para evitar la muerte súbita de los niños") hasta programas de elongación peneana ("100% natural"), pasando por habanos originales de Cuba, videos de comedias musicales y, claro, los innumerables e-mails que promocionan sitios XXX ("con las mujeres más hermosas de Madrid"), además de las ofertas de bases de datos con millones de direcciones ("para realizar publicidad masiva").

La palabra "spam" proviene directamente de los Estados Unidos. El spam es un tipo de carne de cerdo enlatada que puede encontrarse en la mayoría de los supermercados norteamericanos. La utilización de la palabra spam para llamar el envío masivo de e-mails publicitarios no solicitados se asocia a un sketch del grupo cómico inglés Monty Python, en el que la camarera de un restaurante describe los platos del menú a una pareja. Resulta que todos los platos contienen spam. Por ejemplo, spam con salchichas, spam con huevo, spam con tomates, etc. El spam termina por tapar todo el resto, como sucede con el correo electrónico.

A diferencia de cualquier otro medio, el costo del envío de mensajes por Internet es pagado también por los destinatarios. En un intercambio de e-mails, es argumentable que los costes son compartidos a partes iguales entre el remitente y el destinatario, pero con el correo electrónico masivo el remitente paga una vez por un mensaje que puede reproducirse centenares de veces. Para el usuario, entonces, el spamming es similar a cualquier envío masivo postal, pero con el franqueo a pagar por el destinatario.

En cuanto a los ISPs (Internet Service Providers), éstos ajustan sus servidores y el ancho de banda de sus vínculos en función de la cantidad de usuarios y el denominado "uso estadístico" que ellos hacen de los recursos.

Cuando un spammer actúa, genera una alta demanda de recursos y compromete su disponibilidad. Frente a esta situación, el proveedor tiene tres caminos: puede redimensionar los recursos de acuerdo con esta demanda artificial o penalizar a sus usuarios dejando degradar su disponibilidad. La tercera opción es implementar acciones antispam, como la utilización de filtros, listas negras, control del flujo de mensajería para poder localizar a los spammers, etc.

El spam, también llamado EMP (Excessive Multi Posting), UBE (Unsolicited Bulk Email) y UCE (Unsolicited Commercial Email), es, para la mayoría de los internautas avezados, una falta total de honestidad, ese conjunto de buenos modales con los que se "convive" en el ciberespacio.

El spamming es la maldición del correo electrónico y de los Newsgroups en Internet. Puede interferir seriamente con los servicios públicos, además del efecto que puede tener sobre el sistema de e-mail de un individuo. Los spammers, en efecto, están robándoles recursos a los usuarios y a los proveedores de servicios sin compensación ni autorización. Quien decía esto hace algún tiempo era Vinton Cerf, presidente de la Internet Society, (ISOC, www.isoc.org) y miembro del directorio de ICANN (www.icann.org, Internet Corporation for Assigned Names and Numbers).

Cerf, considerado uno de los padres de Internet (él fue uno de los creadores del protocolo TCP/IP), es una de las tantas personalidades públicas de La Red que han dado a conocer su opinión con respecto a este fenómeno; porque en los últimos años el spam se ha convertido en un tema problemático desde el punto de vista de los recursos tecnológicos de la Red. El exceso de mensajería inútil circulante está ocasionando importantes pérdidas monetarias a la comunidad conectada y dificultades en el correcto funcionamiento de Internet. Por eso, muchos administradores de ISPs comienzan a adoptar medidas en pos de evitar la sobrecarga que implica para sus servidores la avalancha de e-mails que envían los spammers.

Eugenio Sánchez, un joven asturiano de 33 años, reside actualmente en Gijón, donde administra un ISP. Debido a sus quehaceres laborales, Eugenio sufrió el tema del spam no sólo como un simple usuario, sino también del "otro lado del mostrador", ya que él es el encargado de luchar a diario para que sus servidores no colapsen cuando una avalancha de e-mails llega de manera compulsiva. Por este motivo, decidió crear Rompecadenas (www.rompecadenas.com.es), uno de los sitios nacionales más completos sobre la temática del correo basura. "Todos los días veo las malas prácticas en las que incurre la gente al utilizar el correo electrónico por desconocimiento o por mala intención. Estaba cansado de recibir todo tipo de cadenas y publicidad, y pensé en que tenía que hacer algo, porque me duele mucho ver cómo gente sin escrúpulos se aprovecha de la sensibilidad de las personas para conseguir direcciones de e-mail incitándolas a reenviar cadenas de solidaridad falsas".

El tema del spam no es nada sencillo para quienes trabajan en el manejo de nodos de Internet, ya que ellos son quienes deben encargarse de que las rutas estén despejadas para que los mensajes puedan circular correctamente por la Red. Según explica Sánchez, se dan básicamente dos casos en los que puede intervenir como administrador de la red. Uno es cuando un usuario de su ISP envía spams: "Si yo lo detecto cuando está enviando el spam, porque veo 10.000 mensajes iguales en la cola de salida, y me aseguro de que es spam (porque también podría tener una lista de suscriptores voluntarios), se los borro y le advierto que no vuelva a hacerlo. Es mi responsabilidad que lo que sale de mi servidor no afecte al resto de la Red. Por otro lado, esa cantidad de mensajes puede bajar el rendimiento del servidor. Ahí corresponde advertirle y, teóricamente, si reincide, darle de baja en la cuenta. Pero como no hay ninguna ley, se puede llegar a tener unos problemas bárbaros (al hacer eso)". El otro caso se da cuando desde afuera se envían spams a los usuarios de su ISP: "Si por ejemplo, hay 50 direcciones de usuarios en alguna base de datos y les envían spam, yo no puedo detectarlo. Además, yo no sé si los usuarios no se suscribieron para recibir esos mensajes. Corresponderá que ellos se quejen al servidor de origen; yo puedo asesorarlos y, si me lo piden, hacer la queja"".

A la hora de aconsejar medidas para evitar que los spams dificulten el funcionamiento de los servidores, Sánchez arroja algunos datos útiles: "Lo fundamental es no tener el relay abierto para que no puedan utilizar tu servidor para enviar spam desde afuera. Esto es desastroso, es lo peor que te puede pasar, porque alguien de afuera aprovecha tu servidor, sin tu consentimiento, para enviar los mails. Esto le permite enmascarar su dirección y no tener problemas con su ISP. De esta manera, puede acceder a cualquier servidor y mandar mails. Si el servidor tiene el relay cerrado, sólo podrá enviarlos a direcciones de ese servidor. Si lo tiene abierto, podrá hacerlo a cualquier lado. Si el servidor tiene el relay cerrado, detecta desde qué IP estás conectado, y si no corresponde a las que puede asignar ese servidor, si estás conectado desde otra IP que no sea la de ése, no te dejo enviar mensajes

Muchos spams llegan con la siguiente leyenda al final del mensaje: "Bajo el decreto 5.1618 título 3ro. aprobado por el 105 congreso base de las normativas internacionales sobre SPAM, un e-mail no podrá ser considerado SPAM mientras incluya una forma de ser removido. Si desea ser borrado de nuestras bases o no recibir nuestros mails, reenvíe este mail con el subject ELIMINAR y la dirección del mail donde lo recibió".

La supuesta seriedad que implica la invocación de una ley para justificar una acción no es, en este caso, más que una fantochada, ya que dicha legislación no existe. El párrafo intenta hacer referencia a un título (el III) que dos senadores (Murkowski y Torricelli) agregaron a una sección de un proyecto de enmienda para el Acta de Telecomunicaciones de Estados Unidos, cuya finalidad era evitar un abuso de otra clase, relacionado con el cambio de carriers de larga distancia.

Naturalmente, las leyes de los Estados Unidos no rigen en España, y viceversa. Pero lo más gracioso de esta historia es que esa enmienda nunca fue aprobada. Junto con ella, el famoso título es hoy tan inválido como lo era en 1998, cuando el proyecto S.1618 fue remitido al Subcomité de Telecomunicaciones, Comercio y Protección del Consumidor, del cual nunca salió bajo la forma de Ley.

Además de la mentira en la que se amparan muchos spammers, la mayoría de las veces el envío del e-mail que solicita ser removido de la lista lo único que hace es confirmar la existencia de la dirección desde la que se responde. Por lo tanto, es conveniente no contestar nunca un mensaje no solicitado.

La discusión legislativa con respecto al spam todavía está muy verde en el ámbito local, aunque ya empieza a generarse un debate ético que todavía va a la zaga de los avances tecnológicos. "Algunos estados de los Estados Unidos cuentan con normativas que establecen ciertos requisitos que deben cumplir los mensajes publicitarios. Por ejemplo, que se encuentren claramente definidos y rotulados como tales, y que el e-mail tenga una dirección electrónica verdadera adonde uno pueda escribir para solicitar su retiro de la lista correspondiente para no recibir más. Pero estas normas son de aplicación exclusiva para los ciudadanos de cada uno de los estados que las ha establecido, y no pueden aplicarse a quienes están fuera de ellos. El dictado de normas aisladas no es la solución, sino una reglamentación global, mundial".

Si bien para muchas de las personas que habitamos en España el spam es una molestia cotidiana, la basura electrónica todavía es un mal en ciernes en los países del llamado "tercer mundo". Por lo menos, en comparación con lo que sucede en los Estados Unidos o en Europa, donde el problema ya es una cuestión de Estado.

Desde hace más de cuatro años, la Unión Europea (UE) debate la protección de las personas ante la recepción de mensajes electrónicos comerciales no solicitados. Resultado de esa discusión es el informe que la UE se encargó de difundir en febrero de este año. Este trabajo da cuenta de la preocupación europea por la pérdida de recursos que ocasiona el correo basura a los países del continente unidos en ese bloque. Según las cifras de la UE, los usuarios de Internet están pagando, sin saberlo, más de nueve mil millones de dólares por año por costos de conexión para recibir spams. El estudio (curopa.eu.int/comm/intemal - market/en/dataprot/studies/spam.htm), que brinda información detallada sobre el fenómeno del spam en los Estados Unidos y en la UE, forma parte de los esfuerzos que está haciendo la UE para asegurarse de que el desarrollo de Internet y del e-commerce no socave las reglas europeas sobre la privacidad en la Red y la protección de datos.

Ese debate se ha centrado, esencialmente, en dos teorías. En principio, las soluciones propuestas son dos. Por un lado, la opción que propician los gobiernos y las empresas es el Opt-out, que implica la aceptación del envío de este tipo de correo comercial a excepción de aquellos usuarios que hayan dejado constancia expresa de que no desean recibir spams. Por otra parte está el Opt-in, que es la alternativa que sustentan las asociaciones de usuarios y que implica la aprobación del envío de este tipo de e-mails sólo a quienes hayan expresado su consentimiento previo de recibirlos.

Estados Unidos es donde esta práctica compulsiva de marketing directo ha tenido consecuencias más graves. Según las cifras que manejaba a principios de este año eMarketer (www.emarketer.com), una de las compañías más importantes dedicadas al tema de estadísticas en Internet, más del 10% del flujo de e-mails contienen spam.

Sitios para saber más sobre spam y hoax:

Hoaxbusters es un sitio completísimo donde podrán hallar hoax y cadenas de e-mails catalogados por temas. Lo bueno de este sitio, aparte de la gran compilación de material con la que cuenta, es que los falsos mensajes están acompañados por la información verdadera sobre los cuales se mentía a través del e-mail. hoaxbusters.ciac.org

EuroCAUCE es una coalición voluntaria de usuarios europeos, profesionales de tecnologías de la Red y administradores de servicios de Internet. Los fundadores de esta organización difunden herramientas e información para hacer frente a "la guerra contra el correo basura". www.euro.cauce.org/esrindex.htmi

Despammed es uno de los tantos sitios que ofrecen un servicio de filtrado de correo para evitar la recepción de spams. Despammed provee una dirección electrónica de fantasía a cada usuario, desde donde se filtraran los mensajes para luego redireccionarlos a la dirección real del usuario. www.despammed.com.

El concurso "The Sexiest Geek Alive" (www.sexiestgeekalive.com) este año premió a Ellen Spertus (www.spertus.com/ellen), una profesora de informática de 32 años del Milis College de Oakland (California, Estados Unidos). La vencedora, del Massachusetts Institute of Technology (MIT, www.mit.edu), ganó entre 15.000 candidatos, y conquistó el título por la erudición que reveló al responder acertadamente una gran cantidad de preguntas sobre tecnología formuladas por el jurado convocado para el evento, integrado por expertos en computación. "¿Qué sentido le encuentra a las modificaciones del código del sistema operativo Linux?", "¿Cuál es el programa para fragmentar discos duros que más le gusta y por qué?" y "¿qué efectos cree que tendrá el software open source en las instituciones capitalistas?" fueron algunas de las preguntas que respondió Spertus para llegar a ser coronada como la geek más sexy.

Pero Ellen ya había pasado a la notoriedad en la prensa antes de ganar este premio (el 21 de junio). En abril de este año, Spertus obtuvo una victoria judicial antispam contra la compañía Kozmo.com.

EI caso Spertus vs. Kozmo, muy difundido en los Estados Unidos, fue uno de los primeros en sentar precedentes con respecto al tema. La joven profesora ganó, amparándose en la ley antispam del Estado de Washington, 50 dólares (más los honorarios de la Corte) en el juicio contra la empresa que le había enviado spams sabiendo que ella se había negado expresamente a recibir publicidad de dicha compañía.

El Estado de Washington tiene una de las más estrictas Legislaciones antispam (law.spamcon.org/us-laws/states/wa/index.shtml). Esta Ley permite que los afectados puedan demandar a las empresas que incurran en el delito de enviar mensajes de correo no solicitado, aunque el demandante debe probar que quien te envió el spam reside en Washington. "Yo estaba indignado porque reconocían que yo no quería recibir publicidad de ellos (Kozmo.com), pero me la enviaron de todas maneras", explico Spertus cuando se le preguntó por qué había iniciado esa causa que sentó precedentes como uno de los primeros casos antispam que se resolvieron judicialmente en los Estados Unidos. "Ellos son como parásitos -sentencia Ellen refiriéndose a los spammers-. No tienen escrúpulos en desperdiciar el tiempo y el ancho de banda con los que cuenta la gente tratando de sacar ganancias. Además, la mayoría de los spams que recibo son de contenido obsceno, pero se supone que están dirigidos a los chicos".

La joven profesora e integrante de la organización Computer Professionals for Social Responsibility (CPSR, www.cpsr.org) espera que su caso sirva de ejemplo para que otras personas se animen a demandar a los spammers, para que "las compañías tengan que pensarlo dos veces antes de realizar spamming", remata la geek más sexy.

La ciberbasura no sólo está formada por spams, y los spammers no son los únicos responsables de que el trash-mail arribe día tras día a nuestras direcciones

Hay una pequeña cuota de responsabilidad que a cada internauta le compete en la distribución del correo basura. Los hoax (rumores falsos) y las cadenas de mensajes que se distribuyen por Internet a través del correo electrónico muchas veces tienen como finalidad la recolección de direcciones electrónicas para la posterior utilización por parte de los spammers. Pero lo real es que esos mensajes son distribuidos por personas que no son spammers. ¿Quién no ha reenviado más de una vez un mensaje donde se piden firmas para alguna causa noble? ¿Quién no ha reenviado compulsivamente un e-mail donde un supuesto García Márquez se despedía definitivamente de su actividad literaria.

Es probable que la facilidad que presenta el e-mail como forma de distribución ayude a que mentiras y falsos rumores se difundan en la Red muy rápidamente y por tiempos prolongados. El medio estimula este tipo de conductas: con un solo clic creemos que estamos siendo solidarios con alguien del otro lado del Planeta, o que estamos siendo democráticos al difundir información (aunque los datos sean falsos).

A la bandeja de nuestro servidor llega habitualmente una gran cantidad de cadenas. Tomamos algunos ejemplos de estos e-mails y nos comunicamos con las personas que supuestamente los firmaban o con quienes pudieran responder de manera responsable por la información que éstos difundían. De este modo, a través de la Coordinadora de Imágenes del Hospital Nacional de Pediatría J. P. Garrahan (de la ciudad de Barcelona) nos enteramos de que no se estaba realizando ninguna colecta para un niño con cáncer de pulmón. El e-mail a través del cual se pedía dinero para el niño, estuvo circulando en tal Red durante más de un año, e incluso el hospital tuvo que publicar un comunicado de prensa en la que se desligaba del asunto.

También me comuniqué con una licenciada de la Facultad de Ciencias Exactas (Universidad Complutense ) por un e-mail en el que se advertía acerca del peligro de unas figuritas que se repartían en las escuelas a los niños y que contenían ácido lisérgico (LSD). La licenciada desmintió ser quien había originado ese mensaje con información evidentemente falsa.

Otra cadena alertaba sobre una supuesta estafa telefónica que hacían los ladrones de líneas a través de una llamada engañosa. Esta información era totalmente falsa, traducida de una cadena que se había distribuido en los Estados Unidos hace algunos años. La información, fue desmentida públicamente tanto por Telefónica como por Telecom hace un año. El único mensaje que transmitía información real, en el que se pedía una donación de corazón para una niña, era un señor mayor. La niña había muerto hacía cinco meses.

Luego de estos ejemplos, bien vale una aclaración: Internet puede ser muy útil para difundir masivamente información política, científica, cultural, etc., pero es un engaño pensar que eso reemplazará el accionar de las personas en el mundo físico. Si de verdad se sienten interesados por la terrible cotidianeidad que padecen las mujeres en Afganistán bajo el fundamentalismo talibán, no reenvíen e-mails que recolectan "firmas" para presionar a las autoridades de la ONU (o de cualquier otra organización internacional), ya que una petición difundida por Internet no tiene validez porque las firmas no pueden ser chequeadas. Para informarse sobre la problemática de las mujeres afganas vayan al sitio de la Revolutionary Association of the Women of Afganistán (RAWA, www.rawa.org), donde podrán hallar numerosas formas de ayudar realmente en la causa contra el sometimiento de estas mujeres.

Ya sea con fines publicitarios, por solidaridad o por simple ignorancia de lo que se está difundiendo, siempre existirá una persona (humana) responsable del envío del spam u hoax, e inevitablemente, cuando ya nadie vuelva a enviar los mensajes, las abultadas cadenas se verán interrumpidas. Pero ¿qué sucede cuando la intervención humana ya no es necesaria para que inimaginables cantidades de correo basura se distribuyan entre los usuarios de la Red? La respuesta sentencia culpables a las alimañas informáticas más detestables: los virus.

Especialmente aquéllos denominados "gusanos", de los que tanto se habla en estos días, que utilizan el correo electrónico como medio de reproducción preferido, son los responsables de gran parte del tráfico de mensajes electrónicos inservibles en la Web.

Básicamente, y según el virus, éste llega a nuestra máquina en forma de archivo adjunto a un e-mail que seguramente nunca solicitamos. Si abrimos este archivo, el bicho informático comenzará la rutina (a veces destructiva) para la que fue programado y su secuencia de reproducción. El texto del mensaje varía según el virus del que estemos hablando, pero todos ellos utilizan la llamada `Ingeniería social", que aprovecha el intelecto de las personas para confundirlas y guiarlas a realizar una acción que seguramente contiene efectos ocultos y nada agradables. De esta manera, día tras día llegan a las bandejas de entrada de todo el mundo miles de mensajes infectados de verdadera basura, muchas veces "tóxica" para nuestra PC.

Existen variados métodos utilizados por estos insectos virtuales para multiplicarse y pasar de computadora a computadora sin depender de la intervención del usuario. Y, precisamente, es el correo electrónico el medio que ha demostrado ser el que los ayuda a proliferarse más rápido, a tal punto que ciertos virus han llegado a infectar millones de computadoras de distintas partes del mundo en sólo unas horas.

Worm/SirCam: recientemente descubierto, se vale de la ingeniería social para confundir al usuario y lograr que ejecute el virus. Este gusano puede ser recibido en un mensaje aleatorio, tanto en inglés como en español, aunque el más común en nuestro país es un mensaje cuyo texto dice: "Hola, ¿como estas? Te mando este archivo para que me des tu punto de vista". Con el mail llega también un archivo adjunto que contiene el virus y que es tomado al azar de la máquina desde donde proviene. El remitente será, seguramente, alguna dirección que conozcamos, ya que el virus no se toma la molestia de cambiarla.

El Spam, además, tiene otros efectos:

1) Congestionan las conexiones. Todos los spams pasan por los servidores del ISP y, si se envía correo basura a direcciones falsas, el servidor tendrá que recibir los mensajes rebotados.

2) Dan una mala imagen de la empresa. Da la impresión de que el ISP no se ocupa del tema y que no implementa ninguna estrategia antispam.

3) Sus dominios entran en listas negras de spammers. Los programas antispam (tales como Spam Buitre, que veremos más adelante) o los sitios antispam preparan listas negras de dominios bloqueados. A ningún ISP le conviene que su dominio aparezca en sus listas negras.

Otra opción es comunicarnos con nuestro ISP para informar que estamos recibiendo spams de una dirección determinada. Cada uno tiene distintos métodos para bloquearlos o solucionar el problema de manera "'diplomática". Por ejemplo, si somos clientes de Terra, podemos reenviar los spams recibidos a la dirección de correo abuse@terra.com. Los encargados de soporte del ISP se comunicarán con el spammer para pedirle que cese el envío de mensajes; en caso de que aquél no haga caso, será bloqueado por Terra. Otros proveedores tienen sistemas similares, más o menos efectivos. Si somos víctimas de un spammer, nos conviene llamar y averiguar qué herramientas antispam utiliza nuestro ISP.

Para combatir el spam, también podemos recurrir a programas específicos y a reglas de correo. Existe una gran cantidad de aplicaciones de este tipo; en esta ocasión nos centraremos en Spam Buster.

Este programa permite bajar sólo los encabezados de los mensajes (Destinatario, Asunto, Remitente, Tamaño y Fecha) y, si no nos agrada, borrar el mensaje directamente desde el servidor.

La ventaja de hacer esto es que no tenemos que emplear tanto tiempo en bajar todos los mensajes y borrarlos de nuestra bandeja de entrada, con la pérdida de tiempo que esto provocaría. Bajar los encabezados es un proceso que requiere mucho menos tiempo que descargar el mensaje completo.

Sin embargo, el plato fuerte de este programa son sus reglas y demás herramientas antispam. Por defecto, viene configurado con las reglas antispam más comunes, pero conviene personalizarlo con las nuestras para que los mensajes buenos sean mostrados correctamente. De todas formas, no borrará ninguno sin nuestro consentimiento. En caso de detectar un mensaje que, presuntamente, es un spam, sólo lo marcará.

Para personalizar las reglas antispam, debemos dirigirnos a [Settings & Stats/Spam Settings]. Allí podremos configurar alguna de las siguientes categorías:

Subject: podemos configurar filtros de acuerdo con el asunto de los mensajes que recibamos. Algunos, como babes, [Fwd: [Fwd:, FREE, etc., ya vienen preconfigurados. También es posible filtrar los mensajes cuyo asunto sea todo en mayúsculas, esté en blanco o contenga los signos !! o $$.

Headers: los filtros del encabezado incluyen configuraciones para que se marquen aquellos mensajes en que la dirección del remitente sea igual a la del destinatario (algo común), y otras opciones muy habituales.

Sender: acá podemos crear filtros de acuerdo con la información que aparezca en la dirección de correo del remitente.

Size: permite filtrar mensajes según su tamaño.

Exceptions: esta categoría permite definir excepciones a los filtros antes vistos.

BlackList: es un archivo de texto con la lista negra de los dominios y las direcciones de spammers más conocidas. Contiene más de 17.200 direcciones y dominios, y puede ser editada. La única contra es que la mayoría son de spammers de EE.UU.

Valid Domains: esta propiedad, si se encuentra activada, chequeará si el dominio de ta dirección de respuesta del spammer es válido.

En [Settings & Stats/General Settings], tenemos las opciones principales del programa, donde configuraremos las distintas cuentas para chequear, nuestro programa de correo predeterminado y otras.

Como ya vimos, los spammers obtienen nuestras direcciones y más información de bases de datos que compran a empresas de Internet (sitios e ISPs), a bancos y a prácticamente cualquier compañía que se dedique a recolectar datos. A partir de allí, empezará nuestra pesadilla, y no sólo por e-mail. Muchos de nosotros incluso hemos sido víctimas del spam telefónico, ya sea mediante una grabación, una operadora o (¡esto sí que es el colmo!) un fax.

Para el caso que nos concierne -el correo electrónico-, en ocasiones es una excelente idea conseguir una dirección falsa que sólo utilizaremos para dejar en formularios de sitios web. Ésta puede ser de un webmail, ya que para chequearlo no necesitamos perder tiempo en bajar mensajes.

El sitio SpamMotel.com ofrece un servicio muy interesante que es digno de recomendar. Permite crear direcciones aleatorias que serán redireccionadas a una cuenta de correo que tengamos. Si pensamos registrarnos en algún servicio de Internet, para el cual es necesaria nuestra dirección de correo, lo mejor será sacar una cuenta de SpamMotel y redireccionarla a nuestra dirección verdadera. Cada e-mail que nos llegue a través de SpamMotel podrá ser identificado fácilmente. Si en algún momento alguien empieza a abusar de esa dirección, podremos eliminarla fácilmente desde el sitio de SpamMotel. Además, tendremos una idea bien clara de cómo viaja nuestra dirección de e-mail de spammer en spammer.

SpamMotel funciona tanto por Web como con un cliente que corre en nuestro PC sin la necesidad de instalarlo. El cliente se llama SpamMotel. Para crear una nueva cuenta en SpamMotel, podemos hacerlo tanto desde el sitio como desde el cliente. A su vez, cada cuenta podrá tener muchas direcciones con dominio spammotel.com.

1) Si decidimos registrarnos desde el sitio web, entramos en mm.spammotel.cm y hacemos clic en el botón [Sign Up Now].

2) Los únicos datos que nos pide SpamMotel para registrarnos son nuestra dirección de e-mail (a donde se redireccionarán las cuentas que creemos) y un password.

3) Luego, accederemos a la página de control, donde podremos crear nuevas cuentas redireccionadas.

El spam es la publicidad más barata para el anunciante y la más cara para los receptores. Cada vez que recibís un spam, le estás pagando al spammer su publicidad. ¿Qué sentirías si varias empresas te llamaran todos los días por cobro revertido para intentar venderte cosas que no te interesan, sin posibilidad de rechazar las llamadas ni cortar la comunicación hasta que terminara el mensaje? Esto mismo sucede con el spam. Cada año, los usuarios gastan miles de millones de dólares en tiempo de conexión para descargar mensajes no solicitados. Pero el spam no sólo perjudica a quien lo recibe. El servidor desde el cual es enviado puede ser objeto de muchas quejas o ser incluído en listas negras. También verá disminuidos sus recursos al tener que procesar miles de mensajes extra.

Diez Consejos Antispam:

1) Si alguna vez llenamos un formulario web, asegurémonos de no dejar impresa ninguna casilla mediante la cual aceptamos que nuestros datos sean ofrecidos a otras empresas.

2) Leamos las condiciones del servicio y la política de privacidad de la empresa para ver cómo manipulan nuestros datos. Muchas veces, podemos encontrar sorpresas.

3) Si recibimos una cadena de la suerte, hoax o un mensaje similar, lo mejor que podemos hacer es no reenviarlo.

4) Si algún amigo o conocido nuestro insiste en enviarnos chistes, colmos, adivinanzas y similares por e-mail, tomémoslo con calma. Escribámosle un e-mail con un texto más o menos así (lo pueden tomar como modelo): "Te agradezco tu dosis diaria de humor, pero, lamentablemente, tengo tantos mensajes en mi bandeja de entrada, que ya no puedo leerlos. Por lo tanto, te agradeceré que no me los envíes más".

5) En lo posible, evitemos suscribirnos a cuantos servicios de newsletter, gacetillas y listas de correo encontremos en Internet.

6) Asegurémonos siempre de que exista algún método para borrarnos de las listas de distribución en las que nos anotamos. En ocasiones, algunos servicios requieren que enviemos un nombre de usuario y una contraseña para ser eliminados de la lista.

7) Muchos aconsejan no responder a los mensajes enviados por un spammer, ya que confirman nuestra dirección. Sin embargo, en ocasiones hemos tenido resultados positivos al utilizar esta metodología.

8) Siempre es conveniente el uso de una dirección de webmail especialmente destinada a los servicios a los que nos suscribamos. Sólo demos nuestra dirección verdadera a nuestros conocidos, siempre y cuando no abusen ellos también.

9) Si alguna vez nos interesa reenviar un mensaje a nuestra lista de contactos, asegurémonos de colocar a los destinatarios en el campo de Copia Oculta (CCO). También pidamos a nuestros amigos que adopten estas prácticas.

10) Por último, reenvíen esta lista de consejos a todos los contactos de su libreta de direcciones. De lo contrario, una lluvia de spams caerá sobre ustedes.

 

© 2002 Javier de Lucas Linares